Desde las autoridades sanitarias nacionales, en el mes de mayo, se solicitó expresamente que los Servicios de Salud reforzasen la Atención Primaria. Esta condición era una de las exigencias para poder acceder a las distintas fases del proceso de desescalada. Lamentablemente la comunidad de Madrid no ha cumplido con esta recomendación y ha puesto a la AP al borde del colapso. Desde el inicio de la desescalada estamos avisando a la Administración Sanitaria de cuáles son las prioridades: incremento del número de profesionales, rastreo de casos, capacidad de pruebas diagnósticas y dotación de material de protección.
La Consejería de Sanidad ha ignorado peligrosamente todas nuestras recomendaciones y no ha atendido las reiteradas solicitudes de las OOSS de la Mesa Sectorial, ni ha querido convocar una reunión específica de este foro para abordar la sobrecarga y saturación de la Atención Primaria. La Consejería de Sanidad solo ha presentado propuestas de solución que pasan por la iniciativa privada, es decir, por la privatización y de esta manera los problemas de la AP siguen sin solucionarse. Por destacar algunos:
- No se han reforzado las plantillas con el número de profesionales prometido en ninguna de las categorías profesiones. La Presidenta prometió la renovación de 10.100 contratos de trabajo y esto no se ha cumplido,a fecha de hoy faltan aún 2844 profesionales por contratar.
- A los pocos profesionales contratados se les ha ofrecido contrataciones precarias.
- Existe una gran sobrecarga física y emocional en todos los trabajadores que no paran de acumular problemas, abandono y excesos de jornada.
- Desde que se inició la solicitud para pasar a la fase II de la desescalada, la Comunidad de Madrid está prometiendo distintas cifras de rastreadores, mientras tanto, la realidad es que no se puede garantizar el rastreo de casos y se ha recurrido una vez más a la privatización ante su incapacidad para solucionar este problema.
- En este momento el número de test PCR disponibles es insuficiente en la mayoría de los centros para atender las necesidades diarias.
- No se permite a los centros de salud del acceso a las pruebas serológicas (determinación de IgM, IgG).
- No se conoce el volumen de estocaje de EPIs, de manera que nadie garantiza el abastecimiento en caso de problemas de mercado.
- Problemas con los servicios de limpieza que provocan que sea el personal sanitario quien tenga que realizar estas tareas para poder garantizar la asistencia del paciente con garantías de seguridad.
- No han hecho todas las adaptaciones necesarias para los circuitos COVID en infraestructuras y equipamientos en los centros.
- No existen estrategias efectivas de información a la población sobre el funcionamiento actual de los centros de salud.