'La gestión privada de la sanidad es más eficiente que la pública. Esta dudosa premisa —no hay ningún estudio científico serio que corrobore la tesis—,
junto al argumento, entre otros, de que la mejora del sistema público
es un reto hercúleo del que es imposible no salir trasquilado han
cimentado ideológicamente una ofensiva destinada a entregar porciones de
la sanidad pública española a empresas privadas.
El mensaje podría ser: no merece la pena gastar energías en la
sanidad pública, despiecémosla y busquemos empresas para que apliquen
fórmulas de gestión privada. Unas compañías que, lícitamente, tratarán
de obtener beneficios económicos. Y que han protagonizado destacados casos de puertas giratorias,
que es como se conoce al tránsito del sector público al privado de
directivos que pasan de vigilar a las concesionarias a trabajar para
ellas.