PROGRAMA
–¿Se siente usted un pacificador?
–En
absoluto. Últimamente el mundo sanitario ha estado un poco alterado
pero no se ha resentido ni la calidad ni la asistencia. Existían ciertas
situaciones de inestabilidad laboral, sobre todo en algunas de las
personas que formaban parte de los hospitales que iban a externalizarse,
donde se estaban haciendo contratos mes a mes. Eso había que
corregirlo. Por ello las primeras medidas que decidimos tomar han tenido
que ver con el mundo laboral. A aquellos que eran eventuales se les han
ofertado contratos de al menos un año. No es que haya que pacificar, es
que había que resolver un problema laboral serio que teníamos y que
afectaba tanto a médicos como a enfermeras. De hecho, el presidente
anunció unas medidas que han tenido muy buena acogida entre los
profesionales.
–¿Qué le encargó el presidente cuando le ofreció ser consejero?