Para los gestores,
la telerradiología abre otra posibilidad: prescindir del radiólogo local
y subcontratar el informe de las pruebas realizadas, de modo que los
centros radiológicos tendrían personal técnico y los informes los harían
empresas externas con radiólogos contratados. El informe radiológico se
convertiría así en una especie de materia prima, que se contrataría al
mejor postor y que permitiría reducir costos gracias a la competencia
entre empresas de todo el mundo. La realidad es que esto no es el
futuro: ya hay aquí centros que funcionan así.
Aunque
aparentemente tiene ventajas, este esquema se basa en varias falacias
que conviene conocer.