La jefa del Ejecutivo regional venía utilizando en años anteriores el primer día del debate para armar el plan de trabajo de su equipo al inicio del curso político. Ayer, no. Se limitó a sacar pecho de sus compromisos anteriores a través de una retahíla de actos del Gobierno que hace tiempo que están en marcha, en tramitación parlamentaria o no se harán hasta un futuro próximo. Como la privatización del 49% del Canal de Isabel II, el anuncio estrella del año pasado, que Aguirre dejó "para el momento más apropiado" su salida a Bolsa. En la situación financiera actual, eso equivale a guardarla en un cajón.
"Si no tenemos dinero, no hay otra fórmula", consideraba en los pasillos del hemiciclo uno de los consejeros de gobierno. Por eso, la presidenta recurrió, como únicas novedades, a dos medidas efectistas que no costarán dinero alguno a las arcas regionales: una ley para otorgar el rango de autoridad pública a los maestros y la reforma de la Ley del Suelo y de la Ley de Evaluación Ambiental.'
'SANIDAD. Ni palabra de los cuatro hospitales prometidosLa sanidad ocupó exactamente ocho minutos en el discurso de la presidenta. Los dedicó a alabarla -"Madrid tiene uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo", afirmó- y a hacer balance de lo conseguido: ocho hospitales y 64 centros de salud construidos en los últimos seis años. Aguirre mencionó también que ya se puede pedir cita en el médico a través de Internet. De la receta electrónica, cuya implantación lleva más de dos años de retraso, ni palabra. Tampoco habló de los compromisos actuales, los que tienen como fecha de caducidad el final de su mandato, en mayo de 2011. Para entonces, según prometió en su programa electoral, tienen que estar acabados otros cuatro hospitales. A falta de menos de dos años, ha licitado dos de ellos (Torrejón de Ardoz, que ganó Ribera Salud en julio, y Móstoles, que aún no tiene adjudicatario). Del de Carabanchel, en los terrenos de la antigua cárcel, y del de Collado Villalba, nada se sabe de momento. Los cuatro serán de gestión enteramente privada, como el de Valdemoro. La única concesión que hizo la presidenta al futuro fue hablar de la ley de libre elección de médico, que tiene en contra a la oposición, los sindicatos y la mayoría de las sociedades científicas.'
Fuente y noticia completa: El País
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