Según Martín, los sindicatos médicos le trasladaron el problema a la consejera de salud a finales de agosto, pero "aunque se comprometió a solventar los desajustes técnicos existentes de manera urgente, todavía hoy el sistema sufre cuelgues masivos".
La parlamentaria popular, que señala que la situación "es extrapolable al resto de provincias andaluzas, sobre todo de la zona oriental", considera que la Junta de Andalucía lleva a cabo una "política irresponsable" en materia de salud, que torna las ventajas en inconvenientes. Y es que, en palabras de Martín, "el Diraya es una herramienta muy útil y conveniente para el trabajo de los profesionales sanitarios y, sin embargo, su mal funcionamiento puede tener a la larga perjuicios para el colectivo médico y para los ciudadanos. No hay que olvidar que, debido a la nefasta gesión de personal del gobierno autonómico, el facultativo que atiende a un paciente cambia. Si este facultativo desconoce la trayectoria clínica de una persona y encuentra dificultades para acceder a su historial, puede causar problemas imprevisibles".
Fuente: Granada Digital
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