'Desde sus inicios, la telemedicina se ha apoyado en las nuevas tecnologías: envío de medidas fisiológicas desde el teléfono (por voz, sms o e-mail), digitalización de la historia clínica, receta electrónica, e-ambulancia, etc. Pero, al igual que ha sucedido con la web 2.0, la telemedicina evoluciona para dotar al paciente de mayor interactividad en el proceso médico con la ayuda de elementos clave: nuevos terminales, redes sociales, dispositivos médicos personales e interoperabilidad.
La penetración en el mercado de los nuevos terminales móviles denominados SmartPhones ha sido explosiva desde el lanzamiento del primer iPhone. El dispositivo de Apple ha servido como verdadero caldo de cultivo de centenares de aplicaciones orientadas al sector salud, tanto personal como profesional. Con el reciente lanzamiento del iPad se supera definitivamente la reticencia a incorporar tecnología en el entorno hospitalario al tiempo que se desata la fiebre por las Tablets. El último paso ha sido conectar sensores directamente al terminal para procesar las medidas obtenidas (un manguito para la presión sanguínea, electrodos para la señal ECG del corazón o incluso un esfigmomanómetro).
En paralelo, la popularidad de las redes sociales, los servicios web y la oferta de conexiones de datos móviles por parte de las operadoras han logrado que el usuario pueda estar conectado las 24 horas del día. Por otro lado, los nuevos dispositivos médicos personales (básculas Bluetooth, termómetros inalámbricos, etc.) empiezan a formar parte del entorno habitual del ciudadano formando redes personales y corporales. Y como engranaje de esta compleja maquinaria se encuentran las tecnologías de interoperabilidad y estandarización de la comunicación de toda esa información médica.
En la última década, estas tendencias han superado las dependencias de software privado rompiendo con las soluciones aisladas de distintos fabricantes consiguiendo, así, que conectar una báscula a una Tablet sea tan intuitivo como conectar un pendrive USB al ordenador. Tras un gran trabajo de coordinación internacional, la iniciativa Continua Health Alliance ha conseguido establecer un sistema de certificación para dispositivos médicos que cumplan los estándares de interoperabilidad. Poco a poco, van apareciendo modelos disponibles en el mercado como el primer pulsioxímetro estándar que se interconecta de forma directa con un SmartPhone vía Bluetooth gracias a la solución upHealth.ES diseñada e implementada por el grupo de I+D+i en telemedicina y e-Salud del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A).'
Fuente y noticia completa:
El Periódico de Aragón 03/02/2011