miércoles, 1 de octubre de 2008

Tres detenidos durante una protesta contra Güemes en el Clínico


'Un centenar de trabajadores del hospital Clínico San Carlos de Madrid, muchos de ellos sindicalistas, ha insultado y acosado al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, a su llegada al centro, donde se ha desplegado un importante dispositivo policial. La protesta se ha saldado con tres detenidos por desobediencia a la autoridad. Güemes, que se dirigía al hospital para inaugurar la nueva sala robotizada de cardiología, ha sido increpado nada más salir de su coche oficial con gritos de "fuera, fuera", "Güemes, tu suegro se llama Fabra" y "sanidad pública". Se trata de la quinta jornada de altercados similares en visitas del consejero a centros sanitarios en 11 días. Ayer mismo se produjeron los últimos abucheos y Güemes respondió a los que le gritaban que "con el sueldo de los sindicalistas liberados haría un hospital nuevo", declaraciones que parecen haber contribuido a caldear los ánimos.

El consejero ha hecho su aparición en el centro 20 minutos más tarde de lo previsto y ha cruzado el tumulto hasta entrar en las instalaciones. Los manifestantes se han abalanzado sobre la puerta del centro y han comenzado a aporrearla, momento en el que la Policía Nacional, que ha desplegado un dispositivo de protección al consejero, compuesto por diez agentes, ha intervenido.

La tensión ha sido máxima y ha acabado con varios manifestantes por el suelo, entre empujones y malas palabras. La policía, que ha impedido el paso de la prensa al interior del edificio, ha reducido a dos manifestantes mientras el resto gritaba consignas como "consejero, carroñero", "lo llaman democracia y no lo es" o "espe, espe, especuación". Uno de ellos se ha resistido, de modo que acabó esposado.

Entre tanto, el consejero había conseguido llegar al interior del edificio sin mayores problemas y, previsiblemente, seguirá adelante con el acto previsto. Ésta es la quinta vez en las últimas semanas que el consejero de Sanidad es increpado durante sus visitas a centros hospitalarios de la región, dos de ellas en el mismo centro. El último altercado se produjo ayer en el Gregorio Marañón.

Güemes considera injustas estas críticas y las circunscribe al mundo sindical, al que descalifica cada vez con más dureza e ironía. "Con el sueldo de los liberados, más de 1.000, se podría construir un hospital de 450 camas", dijo ayer. En opinión de los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, esta afirmación supone "cuestionar el derecho de libre sindicación y demuestran que la derecha no cree en uno de los pilares del sistema, ni en la Constitución".'


Fuente: El Pais

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