martes, 4 de noviembre de 2008

50 trabajadores persiguen a Güemes en el hospital de Getafe al grito de "fuera, fuera"

Reclaman al consejero de Sanidad, al que llaman "sinvergüenza y mentiroso", más personal para atender las camas reabiertas
Un vigilante de seguridad agarra a una trabajadora que protesta por la situación del hospital de Getafe durante la visita de Juan José Güemes.- MANUEL ESCALERA
ELPAÍS.com / EP - Madrid / Getafe - 04/11/2008
Medio centenar de trabajadores ha perseguido e insultado esta mañana al consejero madrileño de Sanidad, Juan José Güemes, por los pasillos del hospital de Getafe a los gritos de "fuera, fuera" y "sinvergüenza y mentiroso", en medio de un fuerte dispositivo de seguridad compuesto por cinco furgonetas y dos patrullas de la Policía Nacional. Frente a ellos, una veintena de personas aplaudían y besaban al consejero a su llegada al centro, que visita en un clima de máxima tensión por las acusaciones del alcalde de la localidad madrileña y los sindicatos a la Comunidad de Madrid. Sostienen que se habían cerrado camas y que se han reabierto 117 en vísperas de la llegada de Güemes. Los trabajadores exigen ahora más personal para atenderlas.
A su llegada entorno a las 12.20, el consejero se ha encontrado, como ya es habitual, con las protestas de sindicalistas, trabajadores del centro y miembros de la plataforma por la sanidad pública de Getafe, que le pedían a gritos que acudiera más a menudo al hospital para que abrieran "camas cerradas y se limpien las urgencias". El medio centenar de manifestantes portaban pancartas que decían "No cerrar camas y no despedir", "Espe, no robes la sanidad al pueblo de Getafe" y "gracias por rectificar".
Al mismo tiempo, otro grupo reducido de personas que esperaban le han aplaudido y besado y han repartido octavillas con la consigna "Güemes, no hagas caso a los pinochos" en referencia al alcalde, Pedro Castro (PSOE). De hecho, el consejero ha acudido hoy a Getafe para "demostrar" que no se está desmantelando el hospital, tal y como denuncia el alcalde y los sindicatos, que le culpaban del cierre de 117 camas en el centro. El escándalo ha sido mayúsculo, ya que en vísperas de la visita de hoy, trabajadores y sindicatos acusaron a la dirección de ordenar "que se habilitasen todas las camas bloqueadas".
Fuente: El País

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