'A María, enferma terminal de cáncer, la derivaron a la clínica religiosa San Juan de Dios, donde, según la familia, le preguntaron por "sus creencias y, aunque hacía años que no practicaba ninguna religión, recibía visitas para que comulgara y fue víctima de acoso psicológico".
Como María, cada año 4.200 madrileños, el 70% de los 6.000 terminales que reciben sedaciones, son derivados por la Consejería de Sanidad a clínicas privadas religiosas para recibir un tratamiento paliativo en lugar de hacerlo en centros públicos, según la asociación Derecho a Morir Dignamente.'
'El Servicio Madrileño de Salud negó ayer que en estas clínicas se "acose" a los pacientes, y aseguró que los conciertos se otorgan por concurso público y hay 631 camas públicas para terminales frente a las 137 concertadas. '
Fuente y noticia completa: 20 Minutos 13/11/08
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