'El ascenso de la calidad de vida gracias a los grandes cambios sociales, económicos, científicos y tecnológicos en las últimas décadas nos permiten vivir más años. Paradójicamente, estos cambios han ido acompañados de una implosión demográfica. Europa es una sociedad que envejece a un ritmo elevado y esta tendencia ya está provocando grandes consecuencias: aumento de población con enfermedades crónicas, población activa insuficiente para financiar el sistema de salud pública, aumento de admisiones y visitas a hospitales. Por si no fuera ya un grave problema, la aparición del virus Covid-19 augura futuros escenarios que pueden volver a colapsar el sistema sanitario.
El sector de la tele-medicina nació, entre otros motivos, para dar respuesta al deficiente seguimiento que se realiza hoy día al paciente de forma presencial. La optimización de recursos y la desaturación del sistema sanitario pasa por el traslado de la atención primaria al propio hogar y la mejora en la comunicación con el paciente con el paso de la relación de lo físico a lo virtual. El nuevo paradigma del paciente conectado pone a éste en el centro de la experiencia y en la mejora de su calidad de vida mediante la monitorización periódica de su bienestar y su salud.