martes, 31 de enero de 2012

'Echániz, Consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha. “El modelo público-privado es una decisión política que vamos a llevar a cabo para obtener ventajas en eficiencia” ' ["He tenido sobre la mesa la posibilidad de casi un 50% el sueldo"]

[Publicación de Sanidad Privada 27/01] 'Con la experiencia que dan cuatro años como consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid (1999-2003), José Ignacio Echániz, médico y político, asumía en julio pasado el difícil reto de dirigir la Sanidad y los Asuntos Sociales en Castilla-La Mancha, donde se ha encontrado con un grave problema de liquidez en las cuentas del departamento, herencia del Ejecutivo anterior, tal y como él mismo denuncia. Aunque el escollo económico es grande, mira hacia el horizonte con ganas de poner en marcha una transformación, que pasa, entre otros puntos, por una apuesta por los modelos de gestión público-privados para siete u ocho hospitales, buscando “obtener ventajas en eficiencia”.'

'Hemos visto estos días en Portugal que han apostado por aumentar el copago en ciertos servicios sanitarios y en Cataluña lo han hecho con la receta farmacéutica. ¿Cree que la situación es tan grave como para recurrir a esta fórmula?
Todos los sistemas de financiación tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Lo que sí que puedo asegurar es que si en España en algún momento se pone en marcha una iniciativa como el copago, no partiría de los responsables sanitarios, sino de los económicos, como un mal menor ante la incapacidad de financiar un sistema sanitario bueno como el que tenemos.
Yo he tenido que tomar decisiones delicadas en los últimos meses en materia sanitaria en Castilla-La Mancha en capítulos como inversiones o recursos humanos, ante una situación kafkiana desde el punto de vista económico. Nos hemos encontrado un déficit brutal, con el presupuesto gastado casi por completo a mitad del ejercicio. Como es evidente, frente a esta situación, yo he tenido encima de la mesa diversas alternativas, y una de ellas ha sido el copago, como la ha tenido Cataluña y al final la ha implementado. Yo he apostado por otras alternativas antes que introducir un ‘repago’. Hemos buscado antes la eficiencia, reordenando guardias, revisando las llamadas ‘peonadas’, el funcionamiento de los hospitales, la organización interna, también los compromisos de infraestructuras, introduciendo elementos de colaboración público-privada para poder culminar los proyectos.

He tenido sobre la mesa la posibilidad de reducir drásticamente el sueldo de los profesionales, casi un 50 por ciento; introducir el copago; la posibilidad de cerrar hospitales y frenar nuevas infraestructuras. Las he debatido con mi equipo y al final hemos apostado por la eficiencia.'

'¿Qué medidas son a las que se refiere?
Hay medicamentos de muy alto precio que vamos a intentar dispensar a través de hospitales, hay elementos de la receta electrónica que pueden permitir márgenes de mejora y vamos a intentar que la prescripción por parte de los facultativos sea más ajustada a las necesidades, a través de una remodelación del sistema en su conjunto. Vamos a intentar que los profesionales de la Atención Primaria puedan dedicarle más tiempo al paciente, y que se piense también en otros procedimientos terapéuticos que no necesiten el uso farmacológico. Hay que limitar el gasto a lo razonable. En España, durante muchas décadas, el gasto farmacéutico crecía anualmente por encima del 10 por ciento. Hay que ser eficientes, porque manejamos el dinero de los ciudadanos, no debemos olvidarlo.'

'¿Puede ser fuente de polémica el anuncio hecho por María Dolores de Cospedal de buscar la complicidad del sector privado para poder llevar a cabo las infraestructuras proyectadas y gestionar centros ya existentes?
Será motivo de confrontación política si la izquierda quiere hacer de esto casus belli, de una forma irresponsable y poco coherente, porque la izquierda ha puesto en marcha en este país muchos de los modelos de colaboración público-privada que conocemos. Además, este modelo no lo inventa el PP, sino Tony Blair, que hasta donde yo recuerdo era el líder de los laboristas del Reino Unido, lo que es lo mismo que decir de los socialistas.

Es un modelo que funciona en muchos sectores de la vida española. Las ambulancias tienen un sistema de colaboración público-privada en Castilla-La Mancha. Lo mismo la comida de los hospitales, la limpieza de esos centros también. También contratamos empresas para reducir las listas de espera. Y eso es algo que ya hacía el Gobierno castellano-manchego antes. Echarse las manos a la cabeza porque se va a dar un paso colateral en el modelo me parece incoherente.
En Cataluña, desde hace muchísimos años, un buen porcentaje de su parque hospitalario sigue este modelo, y ha gobernado allí el PSC, y también lo vemos en Madrid o Valencia que está dando buenos resultados. Es una decisión política que vamos a llevar a cabo para obtener ventajas en eficiencia, recursos adicionales y que la complementariedad beneficie a los ciudadanos.
Ahora, la pregunta que se hacen los ciudadanos, “¿a mí me van a cobrar por ir al médico o al hospital?”, pues no, va a seguir entrando en su hospital sin pagar un euro, con los mismos profesionales, que van a seguir teniendo el mismo modelo de carrera profesional, que van a seguir siendo estatutarios, pagados por la Administración, pero que serán centros con elementos de gestión privada, más eficiente. No hay que tener miedo, sino al contrario, las cosas van a mejorar.

Vamos a utilizar diversos sistemas. El PPP -DPC en castellano- (Private Public Partnership) para algunos de ellos, y los PFI (Private Finance Initiative) para otros tipos de hospitales. Al menos serán siete u ocho los hospitales con estos modelos, como se ha hecho en otras comunidades autónomas. Lo vamos a hacer a través de un concurso público, abierto. Ya hay empresas que ya se han interesado.
¿Se pueden decir ya nombres de esas empresas?
Prefiero en este momento preliminar no decir nombres, pero son grandes empresas y algunos fondos internacionales del área sanitaria. Antes de hacer el anuncio nosotros ya pulsamos el interés que podía existir.'

¿La Consejería tiene preferencia por alguno de estos compañeros de camino?
No. Nosotros como es de rigor plantearemos un concurso público. En España sabemos que muchos de los grupos nacionales están soportados por capital internacional. Por lo tanto, en un mundo globalizado quién es el accionista es menos importante si hay un proyecto nacional, de integración. Nosotros en Castilla-La Mancha tenemos grandes grupos trabajando, como el Grupo Recoletas, por ejemplo. Han colaborado leal y eficazmente con los gobiernos socialistas. Capio es otro buen ejemplo, con varios centros en la región.

En definitiva, no hay que rasgarse las vestiduras. Nosotros vamos a monitorizar la satisfacción de los ciudadanos y le puedo garantizar que en dos o tres años los niveles de satisfacción van a ser superiores a los actuales. Y al fin y al cabo lo que define a la sanidad pública no es quién la presta, como no define a una carretera pública quién la construye, sino quién financia el servicio, y eso va a seguir siendo público, universal y gratuito.

¿Los hospitales proyectados también seguirán este modelo?
Nosotros hemos tenido que priorizar gastos, y se comprenderá que entre poner un ladrillo y pagar una pensión complementaria a un ciudadano de 80 años hayamos elegido lo segundo. No podemos poner un solo ladrillo con fondos propios. La única forma de hacerlo y no paralizar por muchos años las obras es un sistema de colaboración público-privada.'

Fuente y entrevista completa: Entrevista a José I. Echániz, Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha en Publicación de Sanidad Privada 27/01/2012
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