El pasado viernes entraba en vigor en la Atención Primaria de la Comunidad de Madrid el
Decreto 51/2010, de 29 de julio, por el que se regula el ejercicio de la libertad de elección de médico de familia, pediatra y enfermero en Atención Primaria [
1]. Corresponde a organizaciones de otra índole valorar si la ley se prevé beneficiosa o perjudicial para la población desde el punto de vista asistencial. En cualquier caso, el
ejercicio ágil y responsable del derecho a dicha libertad de elección, especialmente si es secundada de forma
masiva por una parte importante de la población,
requiere de un sistema informático que la soporte, en concreto, que permita al menos acceder de forma rápida, fiable y segura al historial clínico del centro de salud (o centros) de procedencia desde el centro de salud del profesional elegido.
Si la libre elección finalmente ha entrado en vigor y está funcionando es gracias, entre otras cosas y al menos provisionalmente,
gracias a un sistema informático,
PANACEA, el denominado "visor de historias clínicas" en las respuestas de la Consejería ante las correspondientes preguntas de la prensa sobre la poca implantación de AP-Madrid. PANACEA había sido
desarrollado con anterioridad al proyecto de libre elección
por informáticos propios del SERMAS, empleados públicos, para satisfacer ese tipo de funcionalidad a nivel de su área, en concreto de la antigua Área 2 [
2 y
3], en un escenario en el que cada centro de salud cuenta con una base de datos clínica para el mismo programa OMI-AP y en el que cada hospital cuenta también con una bases de datos propia. Soluciones similares de diferente alcance y prestaciones han sido desarrolladas también por personal informático porpio en otras de las ahora declaradas extinguidas áreas.
Naturalmente, un
sistema informático de gestión clínica centralizado, es decir, con una única base de datos central de historiales clínicos accesibles desde todos los centros, incluye "de serie" la funcionalidad esencial requerida para la libre elección. Éste era el caso de "
AP-Madrid", el que iba a ser nuevo sistema de gestión clínica centralizado -
y completamente externalizado- de la Atención Primaria, adjudicado en Julio de 2006 por 6,3 millones de euros en 4 años a la empresa privada Stacks [
4], parece ser [
5] que estipulándose que debía estar implantado en toda la región en 2007 [
6], si bien en 2007 sólo se desplegó en 3 centros, paralizándose su extensión al resto. Tras el anuncio en el Hotel Ritz [
7] del Consejero de Sanidad acerca de que Madrid dispondría de
libertad de elección gracias a un nuevo sistema informático "para Enero de 2009", el proyecto de despliegue masivo de AP-Madrid fue retomado, siendo retrasada la fecha límite de ese despliegue, y por tanto de la posibilidad de la libre elección, primero a mediados de 2009 [
8] y finalmente a 2010, mientras se adjudicaba [
9] a la empresa privada Everis por 2,4 millones de euros un concurso [
10] de apoyo a dicho despliegue por un plazo de 18 meses y fecha prevista de inicio de 1/10/2009.
Por fin, a finales de Enero de 2010, el propio Consejero anunciaba [
11] el inicio del despliegue masivo de AP-Madrid y su extensión a todos los centros de AP a lo largo de 2010. Los problemas de funcionalidad y rendimiento surgidos [
6] en los centros donde comenzó a desplegarse, con las correspondientes denuncias públicas del colectivo sanitario que lo usaba, obligaron a ralentizar el proyecto, pareciendo imposible tenerlo a punto en todos los centros para el arranque de la libre elección antes del fin de la legislatura. A
día de hoy, AP-Madrid no está implantado más allá del 20% de los centros
[12], siendo por tanto
imposible el ejercicio de la libre elección en la Atención Primaria de la región mediante el uso exclusivo de este programa.
Naturalmente, el sistema propio visor clínico PANACEA , diseñado en un comienzo para un ámbito menor, ha tenido que ser ligeramente extendido de forma improvisada para poder conectarse a la base de datos centralizada de AP-Madrid y así tener acceso a todas las historias clínicas en la forma adecuada para dar soporte a la libre elección, siendo, de hecho, imprescindible para el ejercicio de la libre elección en la región a día de hoy. Probablemente, esta solución sea provisional tanto en cuanto AP-Madrid no se despliegue completamente.
Resulta curioso que al final, pese a la fuerte inversión realizada en empresas privadas, haya sido
vital la contribución técnica, como parte de sus obligaciones de su actual trabajo,
del personal informático propio, personal que a día de hoy sigue
con una situación laboral injusta [
13] y una
enorme temporalidad (mayor del 60%)
[14]
en un escenario previsto de externalización presumiblemente total de su función técnica y
del cierre anunciado de los 11 departamentos de informática de las Gerencias de Atención Primaria, hechos sumados que, lógicamente, nos hace temer por el futuro de sus empleos [
15]. El recientemente publicado
Decreto de integración en categorías de informática [
16] supone un importantísimo e histórico avance pero este decreto
deja sin el reconocimento de forma adecuadamente estable [
17]
a la mayoría de este colectivo.
Por otro lado, está anunciado para el 1 de Diciembre el comienzo de la Libre Elección en
, para lo que, a buen seguro, también será vital la participación del personal ténico informático propio, como lo es en el día a día para el funcionamiento de muchos sistemas, incluso de aquellos teóricamente ya externalizados (por ejemplo, el mantenimiento de las incidencias del sistema de gestión de pacientes más utilizados en hospitales tradicionales, HP-HIS [
], etc).
] que era su confianza para que así cuente, por fin, con un amplio Cuerpo propio de informáticos reconocido y estable con el que abordar mejor de forma conjunta con una fortalecida Dirección General de Sistemas de Información Sanitaria y las empresas necesarias varios de los importantes retos relacionados con las nuevas tecnologías de la información. También entendemos muy conveniente, a la vista de situaciones como la presente, que
, en aras de un mejor aprovechamiento de lo recursos públicos y un mayor control y conocimiento propio real de algo tan sumamente importante y delicado en Sanidad como es la informática.