miércoles, 11 de febrero de 2009

Entrevista a José Martínez Nicolás, Consejero Delegado de ICM

'José Martínez Nicolás hace escasamente un año que asumió la responsabilidad de Consejero Delegado de ICM y su primer objetivo, según declaró por entonces a ICMConecta, era consolidar el trabajo que había realizado su predecesor'

'¿Qué visión tiene de ICM un año después?
ICM es una empresa que cuanto más la conoces más la valoras.'


'Hace un año hablaba de consolidar el modelo ¿sigue en la misma visión de objetivos?
Estamos avanzando en la consolidación del modelo.'

'Este año 2009 tenemos el reto de la Administración Electrónica en el que estamos trabajando muy a fondo'

'Otro compromiso muy importante es el que tiene que ver con los Sistemas Corporativos de la Comunidad de Madrid. Este año vamos a abordar el gran proyecto plurianual de renovación de los Sistemas Corporativos que es un producto clave para ICM'

'En este aspecto hay mucho por homogeneizar. Tenemos que intentar introducir coherencia y racionalidad en la dispersión de aplicaciones que hay en la Comunidad de Madrid en la que los sistemas corporativos son distintos. Existen dos proyectos que se caracterizaron por su importancia y por su éxito en los años anteriores, como fueron los sistemas de recursos humanos y el sistema económico-financiero, pero ambos están agotando su vida y hay que plantearse la renovación de los mismos mejorándolos y extendiéndolos a toda la Comunidad de Madrid.'


'¿Debe existir alguna preocupación en ICM por su futuro?
'Yo no tengo ninguna preocupación por el futuro ni creo que el personal de la Agencia deba tenerlo. ICM es una empresa sólida, consolidada y con un futuro excepcional. Ahora bien, está claro que el futuro nos lo hacemos nosotros mismos. Si ICM da la respuesta adecuada a la Comunidad de Madrid, y hay muchas oportunidades para demostrarlo, tendrá un futuro excepcional y esplendoroso, pero eso depende de nosotros mismos. ICM es una formula singular dentro de las administraciones públicas: una organización que concentre la mayor parte ­ excepción hecha de la sanidad sectorial - de la responsabilidad y actividad informática y de comunicaciones de la Comunidad, es un caso singular.'

Fuente: Extractos de la Entrevista al Consejero Delegado de ICM en el número 23 de Enero de 2009 de la Revista "ICM Conecta"
Nota del Editor: el predecesor en el cargo de Consejero-Delegado de ICM mencionado en la entrevista es Cándido Cerón, de reciente actualidad informativa en su actual cargo en Cajamadrid, pero más conocido por el colectivo de informáticos de sanidad por haber participado en varias de las reuniones entre la administración y APISCAM que tuvieron lugar en el primer semestre de 2007 y en algunas de las reuniones de presentación de la administración a los jefes de servicio de una solución de integración del colectivo en ICM que la administración presentó como de ejecución inminmente e irrevocable pero que nunca acometió y ahora declara abandonada.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

cándido cerón, menudo pillo

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, el nuevo consejero delegado tiene bien claro que ICM es una empresa

Anónimo dijo...

Ha caído "EL GRAN NICOLÁS" .... ..... :))))´

Anónimo dijo...

Y a Cándido Cerón no lo investigan?

Anónimo dijo...

Aterrizo aquí en 2017 a cuenta de la operación Lezo contra la corrupción en el Canal de Isabel II. Resulta que el golfo este también saqueó ICM para su propio beneficio, el de González y Cía y la financiación ilegal del PP.

"A continuación, Martínez Nicolás «se habría valido de la contratación existente entre ICM y las mercantiles mencionadas para obtener el dinero solicitado por González». En esta operativa, el juez considera no sólo que el PP recibió el dinero a través de sociedades pantalla y proveedores -687.497 euros en 2012 y 2013- sino que Martínez Nicolás se lucró personalmente, habiéndose detectado cuentas suyas en Liechtenstein con más de un millón de «origen desconocido y oculto al fisco»."

(http://www.elmundo.es/espana/2017/04/23/58fb9d92468aeb55768b45e6.html)

Esta gente no se merece otra cosa que colgarlos -literalmente- en la plaza del pueblo. Inaudito.