"Poca gente conoce el papel que desempeñan los estándares en los sistemas de información sanitarios; ni siquiera los gobiernos, que hacen como que ni ven ni oyen y a los que tenemos que explicárselo".
Partiendo de esta premisa, resulta complicado plantearse siquiera que los sistemas sanitarios se comuniquen entre sí. Sin embargo, un grupo de valientes lo está intentando, según se ha puesto de manifiesto en el curso de verano de la Universidad Complutense de Madrid Interoperatividad semántica en salud, que se ha celebrado en El Escorial patrocinado por Atos Origin (ver DM de ayer).
Según ha explicado Gerard Freriks, propietario de la empresa de software Conexis y miembro de uno de los grupos encargados de asesorar a la Unión Europea sobre interoperabilidad en el sector sanitario, "la mayoría de los sistemas de historia clínica electrónica puestos en marcha por los servicios de salud son agujeros negros: se introduce la información en ellos y cuando se cambia o actualiza el software parte de los datos se quedan dentro y no pueden rescatarse".
En su opinión, la información contenida en las HCE debería ser "una commoditie, estar disponible siempre, en cualquier momento y lugar, incluso dentro de muchos años", y le cuesta comprender que la tecnología, que teóricamente existe para facilitar las cosas, no sea capaz de lograr lo que el lápiz y el papel: "Han pasado quinientos años y aún podemos leer a Shakespeare, ¿por qué? Porque el lenguaje que utilizó ha permanecido casi inalterado".
Eso es precisamente lo que falta en sistemas de información sanitarios: un lenguaje común. O lo que es lo mismo, interoperabilidad semántica, que no se debe confundir con la interoperabilidad funcional, que ya está casi conseguida pero que consiste únicamente en que "los sistemas se comunican para trasladar información comprensible al receptor humano. El objetivo es que puedan intercambiar datos entre sí sin necesidad de la intervención de una persona", explica Adolfo Muñoz, del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid.
Ambos expertos se muestran de acuerdo en que el futuro está en los estándares, que tomarán la forma de "tecnología plug and play que será posible gracias a arquetipos y plantillas. Un modelo basado, por ejemplo, en OpenEHR será muy flexible, abierto y podrá modificarse y adaptarse al usuario casi en tiempo real, lo que ofrece un buen soporte para la innovación", afirma Freriks, que apunta, no obstante, que "nadie dice que esto resulte fácil ni que sea barato".
A este respecto, Muñoz recuerda que "se ha invertido más en desarrollar sistemas de información sanitarios que en el proyecto espacial Apollo, y con resultados bastante pobres". A su juicio, el fallo cometido hasta ahora es la no diferenciación entre información -conceptos invariables- y conocimiento -mutable-.
O lo que es lo mismo, estandarizar la información y manejar el conocimiento basándose en arquetipos, lo que permitirá que toda la inversión no se pierda. Usando como metáfora un juego de construcción, "si tenemos un avión y queremos construir un barco no debemos cambiar las piezas ni la forma de ensamblarlas, sino el plano con que lo hacemos".'
Fuente: Diario Médico 31/07/08
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