'Desde CSIF Sanidad Madrid queremos denunciar que mañana, 1 de abril, cerca de 6.000 trabajadores no continuarán en sus puestos de trabajo en los diferentes centros sanitarios de la Comunidad de Madrid donde han estado trabajando duramente para hacer frente a la pandemia ocasionada por el COVID-19.
En diciembre del pasado año, CSIF Sanidad Madrid ya anunciaba el despido del personal sanitario contratado para reforzar el ya menguado sistema público de salud de la Comunidad de Madrid, cuyas carencias se pusieron de manifiesto nada más empezar la pandemia. Por este motivo, pedimos en su momento a la Consejería de Sanidad la renovación de estos puestos con contratos estructurales que aumentaran las plantillas orgánicas de los centros adscritos al Servicio Madrileño de Salud (SERMAS).
Si hace unos meses ya anunciábamos el aumento de las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas, así como el retraso en las consultas de seguimiento de patologías graves, de tratamientos e intervenciones rehabilitadoras para recuperación funcional según patologías de los pacientes, ahora denunciamos que estas listas de espera, tras el despido de estos 6.000 trabajadores, van a crecer de manera exponencial.
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La Comunidad de Madrid anunció a bombo y platillo en noviembre del año pasado la renovación de los contratos covid. Pero se hizo solo por períodos de uno, dos o tres meses. Lamentablemente, este plazo acaba hoy y a partir de mañana se volverán a ver las carencias de la sanidad en Madrid: 37 Servicios de Urgencias de Atención Primara (SUAP) cerrados de manera definitiva, Atención Primaria desbordada, listas de espera interminables, menos tiempo de atención al ciudadano…
Los 6.000 contratos que finalizan hoy no estaban por encima de plantilla: es una realidad que estos contratos solo han servido para mantener con pinzas la atención sanitaria, no para mejorarla. Ahora volveremos a ver cómo quedan más mermadas dichas plantillas con los trabajadores de base más agotados que al inicio de la pandemia y con mayor demanda asistencial. Porque el covid ha venido para quedarse.
Somos la comunidad autónoma que peor cuida a sus profesionales en comparación con otras. Es cierto que ha habido comunidades autónomas que no han renovado ningún contrato covid, pero en estas comunidades las condiciones laborales y de recursos humanos no son tan precarias ni penosas como en la sanidad madrileña.'
Fuente: Nota de prensa de CSIF Madrid de 31/03/2022 recibida en APISCAM
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La Comunidad de Madrid ha sido pionera en muchos aspectos en la actuación de esta crisis. En CSIF Sanidad Madrid exigimos que también sea pionera en las mejoras a sus profesionales sanitarios y en la atención que se da a los ciudadanos y ciudadanas para los que gobierna.
En la Comunidad de Madrid tenemos que ser avanzadilla en mejoras laborales y en la gestión de los citados recursos humanos: es necesario implantar medidas urgentes para reducir listas de espera, garantizar ratios adecuadas de atención a los pacientes tanto en Atención Primaria como especializada. También pedimos la reapertura de los Servicios de Urgencias de Atención Primara (SUAP) así como la optimización del uso sanitario del Hospital Zendal.
Sin ir más lejos, la Atención Primaria en Madrid, primer nivel asistencial, continúa infradotada. Y con la implantación del plan de Mejora de Atención Primaria 2022-2023 muchos colectivos que trabajan en ella han perdido poder adquisitivo a pesar de tener el mayor número de pacientes por profesional.
El agotamiento, el desánimo, el hartazgo y el crecimiento del síndrome burnout entre los profesionales se van a ver aumentados con estos despidos masivos.
Una de las consecuencias de esta situación va a ser el incremento del número de bajas de los trabajadores que continúan en activo debido al empeoramiento de su situación física, emocional y psicológica.
A partir de mañana, las opciones laborales para estos 6.000 profesionales de la sanidad no son nada halagüeñas: dentro de la sanidad pública madrileña les ofrecen contratos con condiciones laborales inadmisibles. Muchos de estos trabajadores tendrán que elegir entre probar fortuna en otras zonas de la geografía española, e incluso del extranjero, o ejercer su profesión en el sistema privado de salud.
Esto es, a todas luces, un contrasentido, ya que está demostrado que todos estos profesionales, y muchos más, son necesarios en la sanidad pública madrileña para llegar a unos mínimos de calidad en la atención a los pacientes
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