¿Y yo?, ¿yo qué hago?, ¿me lo creo? La verdad es que síntomas, lo que se dice síntomas, hay muchos. Por ejemplo, ¿la desaparición de la Dirección General y el Instituto de la Salud Pública, tiene algo que ver con esto? ¿Y la privatización de los laboratorios de los nuevos hospitales? Por no hablar de la privatización, aquí no hay dudas, del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, a través de la concesión administrativa a una empresa privada de la totalidad de las prestaciones sanitarias. Y podríamos seguir pero es suficiente.
Y a todo esto a mí me siguen preocupando las listas de espera, el lío que se está formando con las nuevas áreas sanitarias y que me crea dudas sobre a dónde debo llevar a mi madre a partir de ahora, las noticias sobre la situación de los médicos de atención primaria (por cierto, ¿qué pasa con la atención primaria?) que ya han realizado sus primeras protestas.
¿Son tirios o troyanos? No lo sé, pero yo estoy preocupada. Esto de la sanidad es un asunto demasiado serio.
Yo quiero una sanidad de calidad, para todos, diligente y eficaz. Quiero que cuando pregunte no esté comunicando. Quiero la verdad, más respuestas y menos confusión.
Fuente: El mundo
1 comentario:
La verdad es que Espe va a dejar la sanidad pública hipotecada por muchos años, que Dios nos de salud.
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