lunes, 23 de noviembre de 2009

El sindicato MATS llama a la manifestación el 26 de Noviembre de Cibeles a Sol

HAY QUE ROMPER LA PAZ SOCIAL


El anteproyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para 2010 contempla una rebaja de un 0,6% en el gasto sanitario respecto a 2009, y una reducción de 1379 trabajadores/as en los hospitales públicos y de 155 personas en los seis hospitales de gestión privada (los nuevos). La Consejería de Sanidad puede hacer que tal panorama (incluso alguno peor) se convierta en realidad sin apenas ruido, debido al incremento que se viene produciendo en la contratación temporal y la precariedad laboral (en muchos sitios la temporalidad supera el 30% y los contratos eventuales sobrepasan el 15 % de la plantilla): basta dejar de renovar los contratos eventuales.

El 31 de julio del año pasado, se pusieron en marcha una Instrucciones de la Dirección General de Recursos Humanos, que disponían que se dejase de renovar los contratos eventuales (unos 10.000 según CCOO) y que no se cubriesen las vacantes que fuesen quedando libres. Dichas instrucciones suponían un golpe para los trabajadores y una bofetada a los sindicatos de la Mesa Sectorial, con los que la Consejería había firmado en noviembre de 2006 unos Acuerdos, que planteaban convertir en vacantes todos aquellos contratos eventuales que fuesen plazas estructurales.

Las movilizaciones que por presión de los trabajadores se desarrollaron a partir de este momento impidieron los despidos de eventuales y la aplicación de los Planes Funcionales, que se estaban elaborando en esas fechas en los hospitales Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, La Paz, 12 de Octubre y Mostoles. Pero tales movilizaciones no echaron para atrás las Instrucciones, ni los Planes Funcionales, que pueden ser puestos en marcha en cualquier momento, como está pasando en el Clínico (que tenía un Plan Funcional anterior), donde han sido trasladadas 380 camas y 650 trabajadores/as (veremos en cuantos queda la plantilla después de las obras). El éxito de aquella movilización no fue total porque las cúpulas sindicales se negaron a endurecer y unificar las protestas que en esos días se daban en el Sector Público.

La actuación de estos sindicatos –de sus cúpulas y de sus liberados- hoy es todavía más preocupante: entonces, no llevaron la movilización hasta el final, hoy en los hechos han declarado la Paz Social, justo cuando Esperanza Aguirre intensifica los ataques a la sanidad pública. Desde la vuelta del verano, el gobierno regional ha cerrado tres laboratorios; ha llevado adelante los traslados del Clínico, ha aprobado el Área Única y ha presentado unos presupuestos restrictivos para 2010 que ocasionara al menos, 1534 despidos. En cambio, los sindicatos de la Mesa Sectorial han permanecido pasivos: frente al Área Única sólo convocaron una concentración en el verano, a la que no fueron ni los delegados; han firmado el cierre de los laboratorios y el traslado del Clínico, sin garantía alguna y están negociando un Plan de Ordenación de Recursos Humanos (PORH), que va a facilitar a la Consejería traslados, movilidad y reducciones de plantilla y ante el aumento de la precariedad y a la mencionada reducción presupuestaria no proponen movilización alguna.

Si continúan así las cosas los perdedores seremos los/as trabajadores/as. Por ello pensamos que no nos queda otro camino que buscar formas de organización propias que nos permitan preparar la respuesta y obligar a los sindicatos a que se sumen a la misma. De momento tenemos una primera ocasión para protestar:


MANIFESTACIÓN:

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