- de esa forma no sólo se empeoran las condiciones de trabajo de los profesionales de la informática al introducir un número innecesario de empresas intermediarias
- sino que también se degrada la dignidad de la propia profesión informática, especialmente la de la función técnica, función vital, pero en la que muchas veces se da el absurdo de que sus profesionales más capaces en vez de verse premiados con una carrera profesional correspondiente sufren el menosprecio por no dirigirse hacia la función de gestión y dirección
- el alto nivel de rotación y precariedad de los profesionales, la falta de incentivos para los profesionales técnicos y la lejanía de los profesionales finales con el cliente, hechos inherentes en la habitual cadena de subcontrataciones, acaba afectando casi siempre a la calidad del servicio final prestado al cliente, que, en muchos casos, ha pagado un alto precio por una empresa supuestamente experta y con garantías de calidad
[23/11/09 18:10] NOTA DEL EDITOR: Esta entrada ha sido reflejada en Meneame
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