Después de quince meses de lucha incesante en defensa de una Sanidad Pública por parte de los profesionales y diferentes organizaciones en la Comunidad de Madrid, el Gobierno Regional renuncia a seguir con su plan privatizador de seis hospitales semi-públicos y los centros de salud, a la vez que se anunciaba la dimisión del consejero Javier Fernández Lasquetty.
A esta retirada de la Comunidad de Madrid ha seguido la supresión del euro por receta por parte del Tribunal Constitucional que ya había paralizado su aplicación.
El nuevo consejero planteaba que quería recuperar el dialogo con los profesionales y que no pretendía ninguna privatización, lo que por cierto ya había dicho también Lasquetty, sin embargo pronto se ha visto las limitaciones practicas de este discurso, porque han continuado las privatizaciones, y se les ha sumado la represión de quienes se movilizan contra ellas, como los cesados directores de centros de salud y las amenazas en los centros sanitarios a los que informan a los pacintes.
La extracción periférica de sangre se ha cedido a la Cruz Roja mediante un convenio especial con la Consejería de Sanidad. Esta privatización, que no figuraba en el “Plan de Sostenibilidad” supone un notable encarecimiento de los costes de la extracción y además poner en manos privadas una donación altruista como es la sangre, para ser explotada con criterios económicos. Se han realizado importantes movilizaciones en su contra y hay una campaña de boicot a las donaciones periféricas que han disminuido de una manera significativa, incrementandose por el contrario las que se realizan en los centros hospitalarios que continúan bajo control público.
LAS DERIVACIONES
El mecanismo más utilizado para favorecer la privatización silente es la sistemática derivación desde los centros de llamada (“lógicamente privados”) de las citaciones en consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas a los centros privados.
A pesar de las declaraciones de la Consejería de Sanidad en sentido contrario y de su supuesto interés en que todo el mundo se atienda en el sistema público, la realidad es que se constatan 2 actuaciones confluentes: por un lado la ya señalada derivación a los centros privados (en noviembre de 2013 se detectó que se producían derivaciones para intervenciones quirúrgicas en el 58,7% de los casos y para pruebas diagnósticas en el 67,4%), y por el otro se disminuye el rendimiento de los centros públicos infrautilizando sus recursos (por poner un ejemplo el número de resonancias magnéticas por equipo por los centros públicos es del 36% menos por equipo que en los centros privados, lo que hace que un 17,4% de estas pruebas se deriven a la privada sin necesidad ya que con un rendimiento similar todas podrían ser atendidas en centros públicos).
También es conocido que con frecuencia la calidad de las exploraciones que se realizan en el sector privado es muy baja y obliga a repeticiones innecesarias lo que aumenta el coste y las molestias para la ciudadanía.
No obstante una gran parte de la ciudadanía se niega a estas derivaciones, de manera que por ejemplo en diciembre de 2013 la mayoría de los pacientes en lista de espera quirúrgica se habían negado a ser derivados a centros privados. Este movimiento es creciente y ha ido en aumento en los últimos meses. Poniendo en evidencia que no es un problemas de recursos y ni siquiera económico sino que la Consejería de Sanidad tiene fondos para derivaciones a centros privados a la vez que los niega a los centros públicos para hacer una utilización intensiva de los centros propios que le saldría menos costos (por lo tanto no es una cuestión de eficiencia sino de deterioro intencionado del sistema público).
A la vez se mantiene la disminución de personal, aproximadamente 7.500 trabajadores en la Sanidad Pública madrileña desde 2009, disminución que continua de una manera menos agresiva (algunas amortizaciones de plazas de jubilaciones, vacantes, etc), pero además se intenta encubrirlas mediante supuestas ofertas de empleo que en realidad no suponen plazas nuevas en el sistema sanitario, porque ya están siendo desempeñadas por personal eventual y/o interino y que no permiten recuperar el empleo perdido
Madrid se ha convertido en la Sanidad mas privatizada del paísEl resultado de estas políticas es que Madrid se ha convertido en la Sanidad mas privatizada del país quitándole ese dudoso honor a Cataluña, tal y como se recoge en el Informe sobre Privatización sanitaria de las CCAA elaborado por la FADSP. Analizando la situación de Madrid y la media de las 17 CCAA en aspectos relativos a la privatización de financiación, aseguramiento y provisión sanitaria, en todos ellos la Comunidad de Madrid supera la media: porcentaje de población cubierta por Mutuas (5,78% Madrid versus 4,54%); gasto en seguros privados en €/hab/año (244 % Madrid versus 115,94); gasto sanitario de bolsillo en €/hab/año (452 Madrid versus 376,88); porcentaje de camas privadas sobre el total (33,17% Madrid versus 26,96%); porcentaje de alta tecnología en centros privados (31% Madrid versus 24,47%); y porcentaje de gasto sanitario público destinado a conciertos (8,50% versus 7,61%).
Esta situación es el resultado de los procesos privatizadores sistemáticos llevados a cabo por el Gobierno de la Comunidad desde que se produjeron las transferencias y que ha provocado una importante transformación y deterioro de la Sanidad Pública madrileña.
LISTAS DE ESPERA
La lista de espera quirúrgica se ha incrementado notablemente, en diciembre de 2013 había 72.695 personas en la misma (un aumento del 51,55% desde septiembre de 2004), con una peculiaridad y es que el 50,20% de ellos son personas que han rechazado su derivación a un centro privado, y que por ello esperan mas tiempo. También se ha incrementado el tiempo de espera, de manera que la espera oficial paso de 11 días a 16,1 (recuérdese que es un dato manipulado porque solo se computa desde que ha sido visto por el anestesista), y había 6.244 pacientes que esperaban mas de 181 días (413 mas de 365 días).
Lo mismo sucede con las demoras de citas con los especialistas y con las pruebas diagnósticas, que se han incrementado debido a los tremendos recortes de personal que ha sufrido el sistema sanitario público.
Pero también se han incrementado las demás esperas, de manera relevante en Atención Primaria: para la cita del medico general un 45,7% superaban las 48 horas (máximo 7 días), lo que también sucedía en el 37% de los casos de las citas en consultas de enfermería (máximo 11 días) y en el 31% para técnicas (máximo 10 días).
En el caso de los Servicios de Salud Mental la presión para reducir las listas de espera está produciendo un deterioro de la calidad de la atención. La demora es especialmente grave en la listas de espera de psicología clínica de adultos e infanto-juvenil, que en muchos centros sobrepasa los 7 meses. La respuesta de la Consejería para reducir las listas de espera en Salud Mental ha sido incrementar el numero de primeras consultas en todos los centros, lo que en un contexto de aumento de demanda y con Centros de Salud Mental con plantillas congeladas o reducidas desde el año 2007 supone reducir de forma drástica el tiempo disponible para el seguimiento adecuado de los pacientes, ya que las siguientes citas que las citas se demoran como mínimo un mes en el mejor de los casos.
La Consejería de Sanidad ha puesto en marcha lo que denomina “Observatorio de resultados del Servicio Madrileño de Salud” y que ha vendido como un ejercicio de “transparencia informativa”, pero na análisis de la información puesta a disposición del publico en la web de la Consejería evidencia que la información esta muy sesgada o no aparece y es bastante antigua.
Se ofrecen datos de 2012, cuando los datos de 2013 existen y están en manos de la Consejería y probablemente se ocultan porque son peores que los de 2012.No aparecen cuestiones claves de los centros sanitarios. En hospitales: número de camas y plantillas, y en los centros de salud las plantillas y las TSI asignadas por profesional
Las demoras en las consultas de atención primaria y para técnicas en los centros de salud no aparecen. En hospitales la demora en la primera consulta se mide solo en el mes de diciembre de cada año con lo que es muy fácil de manipular, no apareciendo demoras para segunda consulta (las mayores existentes) ni para pruebas diagnósticas.
Por otro lado los resultados son más que cuestionables y claramente “maquillados”. Por poner solo un ejemplo discrepan notablemente de los recogidos en el Barómetro Sanitario de 2012, que los resultados de la opinión de la población son los siguientes comparando a Madrid con la media de las CCAA: Índice de satisfacción (6,47 versus 6,57); el sistema sanitario funciona bien o bastante bien (70,13% versus 70,65%); empeoro la atención sanitaria en AP (29,16% versus 25,18%); empeoro la atención sanitaria en consultas de atención especializada (22,86% versus 22,05%); y empeoro la atención sanitaria en hospitalización (25,03% versus 21,09%).
Datos que en Madrid como en el resto del país han empeorado desde 2010 tal y que obviamente son incongruentes con los reflejados en la publicación oficial de la Consejería de Sanidad, aunque es habitual que la información que facilita la Comunidad de Madrid este convenientemente “maquillada” y sea poco fiable.
EXCLUSIONES DE LA COBERTURA SANITARIA
Como resultado de la aprobación del RD Ley 16/2012 se ha producido la exclusión de la cobertura sanitaria de los inmigrantes no regularizados, así como de aquellos ciudadanos que tengan una estancia fuera del país superior a 90 días. Hasta ahora los principales problemas documentados tienen que ver con los inmigrantes irregulares y se sabe que a pesar de algunas instrucciones de la Consejería de Sanidad para asegurar la atención por ejemplo a las personas con enfermedades infecto- contagiosas, de han producido numerosos casos de desatención y problemas de acceso a las prestaciones sanitarias incluso para grupos y situaciones que estaban explícitamente cubiertos por el RDL (embarazadas, urgencias, niños, etc). Por supuesto no se conoce el numero de personas afectadas y solo se tiene constancia de las denuncias. En términos generales la mayoría de los profesionales del sistema sanitario procuran seguir prestando asistencia a este grupo de población, pero este esfuerzo tiene muchas limitaciones (no se pueden hacer pruebas diagnósticas, derivaciones a los especialistas, etc).
El grupo de personas con estancias en el extranjero mayores de 90 días es aún menos conocido porque se trata de población generalmente joven (van al extranjero empujados por el paro) y difícil de detectar, incluso para la Administración, por lo que resulta muy complicado el conocer cuales es la incidencia que tiene esta exclusión sobre su salud.
Desgraciadamente la información sanitaria es casi inexistente en nuestro país de manera que resulta muy difícil conocer los resultados en salud de la política de recortes y privatizaciones. Los últimos datos disponibles en la web del Ministerio de Sanidad y en la de la Consejería de Sanidad son de 2011, cuando es bien conocido que los mayores recortes se hicieron a partir de 2012.
En todo caso, de acuerdo con las estadísticas del INE sabemos que la tasa bruta de mortalidad se ha incrementado en un 2,61% desde 2009 en la Comunidad de Madrid y lleva ya, como sucede en el resto del país, dos años consecutivos de aumento.
Esta es la situación a pesar de las declaraciones triunfalistas y demagógicas de la Consejería, una Sanidad cada vez más excluyente, deteriorada y privatizada que no responde a las necesidades de salud de la población.'
Fuente: Nueva Tribuna 16/06/2014
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