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martes, 30 de septiembre de 2008
Gaceta Médica. Opinión: Vuelven los ofidios defensores de lo público
'El objetivo no es la mejora de la atención primaria, sino la cabeza de Juan José Güemes, como un día lo fue la de Manuel Lamela. Su obtención constituye el primer paso para desplazar después a Esperanza Aguirre de la Comunidad de Madrid e instalar al frente de ella un Gobierno de izquierdas, átono, monocorde, de tufillo rancio, complaciente con Zapatero y que extienda la propaganda emitida por Moncloa frente a una crisis galopante cuyo origen, en contra de lo que se vende desde Moncloa, no se encuentra sólo en Estados Unidos. Por eso, los mismos que en su día fracasaron de forma estrepitosa y demostraron su incapacidad más absoluta para arañar para el PSOE un solo voto exprimiendo el vergonzoso 'caso Severo Ochoa', vuelven hoy a la carga y utilizan el primer nivel asistencial para arremeter contra Sol. Lo peor es que aunque gozan de parte de razón —el modelo vigente está herido de muerte y la autogestión no parece la mejor de las soluciones—, su configuración como grupo y sus antecedentes individuales no hacen sino desacreditar sus reivindicaciones y dañar a la larga la imagen ya deteriorada de la mal llamada puerta de entrada al sistema sanitario. Triste futuro le espera a la primaria con tan politizados y nefastos defensores.
Los mismos que durante los últimos cinco años arremetieron constantemente contra el PP en Madrid, que muestran sonrisas ofidias cada vez que asisten a actos públicos, que callan ante las tropelías que comete Bernat Soria con los recursos humanos, y que omiten cualquier crítica contra el Ministerio de Sanidad, del PSOE, pese a ser pública y notoria su pasividad, su lamentable pérdida de peso en el panorama político y su desidia a la hora de resolver los problemas del sistema, son los que ahora golpean de nuevo contra la comunidad y contra Güemes, y le convocan movilizaciones de nulo rédito mediático y menor seguimiento profesional. Algunos de ellos son los mismos, en definitiva, que apoyaron la ley del vino que el propio Gobierno socialista echó para atrás, y los mismos que injurian a las organizaciones que rechazan ser comparsas, entrar a formar parte de juegos mafiosos o ser meras correas de transmisión de un juego político que hasta repugna a históricos sanitarios socialistas que sí gozan de sentido común. Las manos que mecen la cuna de este movimiento en el que de forma tan ridícula se han embarcado Semfyc, la SEMG o algunas pseudoorganizaciones sin apenas asociados son varias. Algún día, dos dirigentes de la desacreditada Organización Médica Colegial (OMC) tendrán que dar cuentas de por qué desperdiciaron los recursos de dicha entidad, antaño prestigiosa, en tales menesteres, en lugar de afanarse en la defensa de la devaluada profesión.
El grupo de pseudodefensores de los trabajadores no es en realidad más que una nueva máscara de la fracasada Plataforma 10 Minutos, colectivo filosocialista que terminó desintegrándose como consecuencia de su nulo predicamento en los estamentos médicos, de sus patinazos continuos y de las disensiones internas entre sus componentes. Aprovechándose de la buena fe de profesionales que desean honestamente la mejora del primer nivel asistencial, el colectivo enarbola la bandera de una supuesta defensa de lo público frente a la 'ola privatizadora' de la comunidad para canalizar todas las protestas y focalizarlas contra Güemes y Aguirre, los objetivos reales a batir. Lástima que su propaganda no cuestione prácticas en las que incurren algunos de sus instigadores como percibir salarios de un centro de salud sin pisar nunca por él por el solo hecho de pertenecer a una organización profesional. Erradicar dichas prácticas sí que ayudaría al sistema público, le ahorraría costes y evitaría agravios comparativos con compañeros que ejercen de forma profesional su labor. Pero no. Los objetivos del colectivo son otros bien distintos, y la primaria es sólo un medio para lograrlos, nunca un fin en sí misma.'
Fuente: Opinión de Sergio Alonso, redactor jefe de 'La Razón' en sección Editorial de Gaceta Médica nº 261 (lunes, 28 de septiembre de 2008 a domingo, 05 de octubre de 2008)
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