El escándalo provocado por la noticia de la contratación de dichos cuidados con entidades religiosas, alguna de ellas del Opus Dei, se contestó con la apertura en la primavera de 2008 de tres nuevas unidades de cuidados paliativos en los hospitales públicos de LA Paz, Clínico y 12 de octubre, que se sumaban a las existentes en el Gregorio Marañón y en el Niño Jesús.
En ese mismo año se suscribió un Contrato Marco, llamado “Dorotea”, para la atención de este tipo de pacientes, de un año de duración. La limitación temporal se justificaba para poder adecuar el gasto a las necesidades reales tras la apertura de las nuevas unidades.
Un año después, con las unidades de los hospitales públicos a medio gas y tras la apertura de los 8 nuevos hospitales, que cifran buena parte de sus expectativas de negocio en las altas precoces, la Consejería de Sanidad compromete un gasto anual, durante 4 años, que es más del doble del que existía antes de abrirse las unidades públicas.
Así mismo, mientras los hospitales públicos para enfermos crónicos, el de Virgen de la Poveda, Guadarrama y El Escorial, están infrautilizados, en el mismo Consejo de Gobierno antes citado se aprobó un gasto plurianual de 86.783.400 para los años 2009 a 2013, con destino a la “hospitalización para cuidados prolongados en centros sanitarios concertados”.
La sanidad pública infrautilizada y descapitalizada, la calidad de la atención degradándose, a mayor gloria del negocio privado.'
Fuente: Coordinadora de Trabajadores de la Sanidad Pública de Madrid contra la Privatización 10/07/09
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