En su discurso, Mas reconoció “la fuerte presión a la que están sometidos los trabajadores de la función pública por sus condiciones laborales”, pero les exigió ayuda: “De su actitud depende en buena medida que podamos ayudar a la recuperación económica de país”.
Los despidos, sin embargo, continuarán. La intención de la Generalitat es despedir a 1.400 empleados de empresas públicas antes de que acaba el año, todos con contratos laborales, no vinculados al cuerpo de funcionarios. Los trabajadores, además, verán mantenida la reducción del 5% de su sueldo como mínimo hasta 2014, lo que permitirá a la Generalitat ahorrar 420 millones de euros.'
Fuente: El País 02/07/2012
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