La llegada de la eSalud a la sanidad española, en sus modalidades
de teleconsulta, telediagnóstico, telemonitorización, teleasistencia, entre
otras, “ha supuesto un gran avance para el desarrollo de la medicina y la mejora
de la calidad asistencial. Sin embargo, la tecnología podría llegar a deshumanizar la asistencia
sanitaria al no existir un encuentro físico con el paciente”, asegura Ricardo De
Lorenzo, presidente de AEDS y del comité organizador del Congreso. A su juicio,
ello no sintonizaría con los
mandatos de la Ley 41/2002 de la autonomía del paciente. Para De Lorenzo, es
importante que “exista una regulación que garantice la confidencialidad y
seguridad de la consulta online, así como la definición del acto médico a
distancia”, afirma.
Los juristas también reclaman la regulación de la receta privada
electrónica, “que debe dotarse de suficientes garantías de seguridad, pendientes
de determinar, y de suficiente soporte jurídico”, subraya el presidente de AEDS.
Por otro lado, añade, en cuanto a la receta online, en la que el médico envía su
prescripción directamente al paciente, “puede comportar importantes problemas de
seguridad puesto que no existe ningún control que garantice la identidad del
médico y que impida la duplicidad
de la misma”.
Impacto de la eSalud en Medicina
Gracias
a la eSalud se han salvado barreras, tanto geográficas como políticas,
económicas y administrativas, “ayudando a mejorar la continuidad del proceso
asistencial en base a la eficiencia, eficacia y efectividad, reduciendo costes,
evitando duplicidad de pruebas y agilizando procesos”, señala el doctor Javier
Cabo, director de la Cátedra de Telemedicina y del Departamento de Inteligencia
Artificial, Robótica y Nanotecnología del CITEC. Universidad Internacional de
Andalucía. Así, el
incremento de la longevidad y el aumento de patologías crónicas “implica una
mayor demanda de servicios asistenciales (ya de por sí hoy saturados), lo que
repercute en una aumento de la necesidad de recursos tanto estructurales y
materiales como humanos, y una oportunidad para la telemedicina y la
teleasistencia, y los diagnósticos a distancia (como telecardiología,
teleoftalmología, teledermatología)”, comenta.
Además, estas
tecnologías mejoran la calidad asistencial y juegan un papel muy importante en
la seguridad del paciente, “por lo
que van a suponer un ahorro en el consumo de recursos sanitarios (evitando
duplicidades de pruebas diagnósticas) con reducción de los errores médicos”,
explica el doctor Cabo. Asimismo, para las organizaciones sanitarias, suponen
una mejora en la calidad, eficacia y eficiencia de los servicios sanitarios. Por
otro lado, “sirven de herramientas de gestión estratégicas para incrementar la
accesibilidad y equidad, optimizar los procesos administrativos y potenciar la
interoperabilidad entre los diferentes centros y comunidades autónomas, dando
soporte a la asistencia domiciliaria y gestión de crónicos”,
concluye.'
Fuente: nota de prensa del Congreso de 19/10/2017 recibida en APISCAM
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