Las conclusiones de mayor consenso de este encuentro son las siguientes:
- Abordar una nueva organización de toda la asistencia sanitaria, sin compartimentos estancos atención hospitalaria-atención primaria.
- Establecer órganos de gestión colegiados con participación de los profesionales y de la sociedad civil, y terminar con el actual “gerencialismo”.
- Evolucionar de un modelo de “prestación de servicios” a un modelo basado en la “obtención de resultados” en donde la evaluación y los datos sean la base de la toma de decisiones.
- Sustituir las actuales estructuras verticales por redes matriciales, en las que colaboren distintos profesionales sanitarios (médicos y enfermería) así como agrupaciones de más de un centro según necesidades.
El debate se dividió en dos mesas, de
profesionales y políticos, moderadas en ambos casos por el secretario
general de AMYTS, Julián Ezquerra. Sus principales aportaciones fueron
las siguientes.
Juan Carlos Mejías,
enfermero, secretario de Acción Sindical de SATSE Madrid, destacó como
positivo del RD 521/87 el haber reconocido las direcciones de
Enfermería. Con respecto al futuro mostró la disposición de los
enfermeros a especializarse en gestión en igualdad de condiciones con
otros profesionales, y coincidió en la necesidad de la gestión por
procesos y por la horizontalidad de las estructuras.
Cristóbal López-Cortijo,
jefe de sección de Otorrinolaringología del Hospital Puerta de Hierro
de Majadahonda y vicepresidente de AMYTS, señaló que dado el escenario
macroeconómico resultará inevitable racionalizar los recursos e indicó
que esa labor debe ser asignada a los profesionales que son los
conocedores de hacer el menor daño posible. Hizo especial hincapié en la
profesionalización de los gerentes y la despolitización de los mismos.
Miguel Ángel Máñez,
economista y gestor sanitario, indicó que la imposición jerárquica en
una estructura sanitaria carece de sentido ya que por dedicarse a la
gestión del conocimiento, el liderazgo debe ser reconocido. Defendió la
oportunidad de los estudios de prospectiva organizativa que se llevan a
cabo en el mundo anglosajón: definir a dónde vamos y diseñar en
consecuencia. Desde su punto de vista, el hospitalocentrismo es
negativo, y se debe contemplar la empresa sanitaria de manera integrada,
asistencial, tanto especializada como primaria, sin descuidar las
facetas investigadora, formadora e innovadora.
Julio Mayol,
jefe de sección de Cirugía General del Hospital Clínico San Carlos,
indicó que el RD 521/87 dio lugar a “silos” de médicos, enfermeros y
gestores, con escasa relación entre sí. Defendió la necesidad de ir
hacia estructuras trasversales. Por otra parte, indicó que para pasar de
la actual provisión de servicios a un modelo de obtención de
resultados, lo que se necesitan son datos que permitan evaluar.
Asimismo, señaló que los gerentes no pueden estar “atados de pies y
manos” y que para poder llevar a cabo su labor deben tener capacidad
para “comprar/vender, contratar/despedir”.
Mónica García,
anestesista del Hospital 12 de Octubre y diputada portavoz de Sanidad
por Podemos en la Asamblea de Madrid, subrayó que el RD 521/87 contenía
muchos aspectos positivos como la participación ciudadana y la elección
de gerentes mediante concurso-oposición que no se han aplicado jamás.
Hizo hincapié en que cualquier nueva fórmula de gobierno de la Sanidad
necesita transparencia, participación y evaluación.
Daniel Álvarez,
preventivista, con una amplia experiencia en gestión en una última
etapa como director médico del Hospital Ramón y Cajal y diputado
portavoz de Sanidad por Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, señaló la
importancia de la participación de los profesionales en la gestión, pero
advirtió que debe salvaguardarse la responsabilidad de los políticos
como última instancia en la toma de decisiones ya que son ellos los que
son elegidos directamente por los ciudadanos ante los que deben rendir
cuentas.
José Manuel Freire,
neumólogo, jefe de Departamento de la Escuela Nacional de Sanidad y
diputado portavoz de Sanidad por el Partido Socialista en la Asamblea de
Madrid, hizo constar el compromiso de su formación por llegar a un
pacto sobre la nueva gobernanza del sistema sanitario público. En ese
sentido, abogó por, a través del diálogo, desarrollar un modelo que esté
basado en la participación de los profesionales, órganos colegiados,
rendición de cuentas, transparencia, integridad, y autonomía.
César Pascual,
médico, máster en Alta Dirección de Servicios Sanitarios y Gestión
Empresarial, director general de coordinación de Asistencia Sanitaria
del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS); advirtió que hubiera sido más
propio que participara en este foro el portavoz de Sanidad del Partido
Popular en la Asamblea de Madrid pero que él había recibido el encargo.
Destacó el compromiso de la Consejería por elaborar el proyecto de ley
de profesionalización de la gestión sanitaria encargado por el Pleno de
la Asamblea de Madrid para presentarlo antes del 15 de marzo. Dijo
contar con los planes estratégicos por Servicios que elaboró la
Consejería hace dos años con la colaboración de muchos profesionales e
indicó, asimismo, que la redacción del proyecto se va a abrir a las
propuestas de profesionales, sociedades y colectivos interesados.
Asimismo, destacó que el actual grado de consenso entre políticos y
profesionales es una buena oportunidad para avanzar en un proyecto de
ley que no sólo se base en la función directiva sino que también revise
la organización de la asistencia sanitaria.
Julián Ezquerra,
secretario general de AMYTS, en el cierre de la sesión destacó dos
mensajes: La inevitable colaboración entre médicos y enfermeros por
compartir el mismo objetivo de trabajo, aunque desde funciones
diferentes; y que el proyecto de ley de gestión sanitaria, en ningún
caso podrá salir adelante sin la participación de los profesionales que,
añadió, están dispuestos a implicarse.
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