En ellas se instalarán en enero las consultas externas de la Jiménez Díaz, que aportará su propio personal, tanto médicos y enfermeros como el no sanitario (administrativos, celadores...), que se sumarán a los profesionales públicos que continúen trabajando en el centro.
Esta cesión implica que Capio va a encargarse a partir de ahora de tratar a casi 100.000 pacientes más que antes. Son los que hasta ahora tenían como centro de referencia el Puerta de Hierro pero que, con el traslado de este hospital a un nuevo edifico en Majadahonda (distan 16 kilómetros entre uno y otro), Sanidad ha traspasado a la Fundación Jiménez Díaz por "criterios de proximidad", según la Comunidad.
Con esta cesión, se acaba de completar el acuerdo secreto que firmaron en 2006 la Consejería de Sanidad -cuyo titular era entonces Manuel Lamela- y Capio. Entonces pactaron, en forma de concierto sanitario, que Sanidad transferiría a la Fundación Jiménez Díaz la atención sanitaria de más de 400.000 habitantes de Madrid. El concierto permitía a Capio hacerse cargo de dos grandes ambulatorios, Pontones (que atendía a parte de la población del área 11, la del hospital 12 de Octubre) y Argüelles. Era la primera vez que se cedía la gestión de un centro de especialidades a una empresa privada. Los médicos de Capio empezaron a pasar consulta en Pontones en abril pasado.
Los Presupuestos de 2009 prevén que la Comunidad destine algo más de 209 millones de euros al concierto con la Jiménez Díaz, un centro privado al que la Administración paga una cantidad anual por atender a la población que tiene asignada. En 2006, el concierto ascendía a 140 millones. En sólo cuatro años, los pagos han aumentado un 50%.
El servicio de admisión de Argüelles ha dejado de programar citas. Los especialistas pasan mañana las últimas consultas bajo gestión pública. A partir de entonces, una parte de los pacientes serán atendidos en el Puerta de Hierro de Majadahonda (el hospital del que dependía Argüelles hasta ahora, en el área 6) y otros tendrán como centro de referencia la Fundación Jiménez Díaz. Capio, propiedad de varios fondos de inversión, entre ellos Apax Partners, gana los habitantes de las zonas de salud de Valdezarza (49.000), Casa de Campo (13.000), Aravaca (30.000) y El Pardo (3.000). En total, 95.000 pacientes nuevos.
Cuando se firmó ese acuerdo, la Jiménez Díaz atendía a unas 200.000 personas en apoyo de dos hospitales públicos, el Clínico y el 12 de Octubre. Ahora, con la cesión de Argüelles más los que sumó con Pontones, ya tiene asignadas 421.800 tarjetas.'
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Los trabajadores de Argüelles -cuenta con 41 facultativos, 63 enfermeras, 33 auxiliares y otro personal sanitario y 54 profesionales no sanitarios- han vivido en la incertidumbre sobre su futuro laboral hasta ayer mismo. Llevan más de un año concentrándose a las puertas del centro y empapelándolo con carteles como protesta por la falta de información. Pese a que la entrada de Capio es inminente, la mayoría no sabía anteayer si podría quedarse o si tendría que trasladarse a Majadahonda. La Consejería de Sanidad no redactó hasta anteayer la resolución que detalla quién puede seguir en Argüelles.
Pero ni con la resolución, que firma el director general de Recursos Humanos, Armando Resino, en la mano queda claro el futuro de los trabajadores. "El texto introduce una ambigüedad cuando habla de personal adscrito", explica el representante del sindicato médico (Femyts) en el área 6, Vicente Masip. Entre el personal que trabaja en Argüelles, hay trabajadores cuyo nombramiento especifica que están adscritos a ese centro, y otros en los que simplemente figura que trabajan para el área 6. De ahí la ambigüedad. Uno de los especialistas, que se encuentra en el segundo caso, aseguraba ayer que todavía no sabía si iba a poder quedarse en el centro donde ha trabajado más de 20 años. "De momento, todos los médicos tenemos que ir a Majadahonda el lunes, aunque sea de forma provisional".
La resolución da un plazo muy breve, hasta el próximo lunes, para que los trabajadores escojan si quieren irse o quedarse. Si se quedan, seguirán dependiendo del Sermas, pero funcionalmente trabajarán para Capio.'
Fuente y noticia completa: El País