'El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid pide a Esperanza Aguirre que restablezca el diálogo con los ciudadanos
Me dirijo a usted para ponerle al corriente de la celebración durante el pasado fin de semana, del Congreso del Movimiento Vecinal organizado por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) en el madrileño barrio de Orcasitas, un lugar emblemático para muchos vecinos y vecinas de Madrid.
El congreso se ha celebrado en el marco del 40º aniversario de las asociaciones vecinales, pero no hemos querido convertir este aniversario en un ejercicio de conmemoración nostálgica. Todo lo contrario. El momento que atravesamos y la función que desempeñan las asociaciones vecinales no nos lo permiten. Así que, en lugar de la nostalgia, hemos ejercitado la reflexión en torno a los temas y a los asuntos que nos son comunes, a las cosas de la polis. Haciendo política. Pero no una política dirigida a conquistar ni a ejercer el poder, sino a ponerlo a trabajar para que éste no olvide a quién debe servir, exigiéndole, vigilándole, protestándole y sentándole a negociar cuando es necesario. Una política dirigida a que la capacidad para decidir y los recursos se repartan a lo ancho de la base social. Digamos que en la democracia sería la parte del demos frente a la cracia.
Estuvimos hablando, entre otras cosas, de esas que son de todos y de todas, y lo cierto es que nos preocupa cómo en nuestra comunidad autónoma se ponen cada vez más en manos de unos pocos.
Es el caso de la privatización del Canal de Isabel II, una empresa pública eficiente, solvente y rentable, que pasará de ser gestionada desde la lógica del servicio público a la lógica del beneficio privado. ¿Seguirán haciendo campañas de ahorro aquellos cuyos ingresos dependerán de la cantidad de agua que consumamos? Nos tememos que no.
Decíamos, además, que el suelo público, que también es un bien escaso, debería tener como uso preferente la dotación de equipamientos públicos, entre ellos, por supuesto, de centros educativos. Entendemos que la educación es un derecho, y el acceso al mismo, para que sea universal, tiene que dar cuenta de las necesidades de una realidad social diversa atravesada por diferentes credos, ideologías, orígenes culturales, niveles de renta... en el marco de un Estado de derecho, democrático y no confesional. Nos oponemos, por tanto, a la cesión de suelo público a empresas privadas, algunas ligadas a grupos religiosos integristas, en detrimento, en ocasiones, de la dotación pública en este ámbito.
Como es sabido, una de las mayores preocupaciones de las asociaciones vecinales federadas, que agrupan a más de 125.000 personas asociadas, es el cambio de sistema sanitario que estamos padeciendo. Necesita cambios, pero para mejorarlo, no para destruirlo. Nuestra salud no es una mercancía, por tanto, defendemos una sanidad cien por cien pública y de calidad cuya gestión y planificación no responda a criterios de mercado, sino a las necesidades reales de la población. Ello explica también nuestro frontal rechazo al decreto de área única que su Gobierno estudia aprobar.'
Fuente y texto completo: Carta de Nacho Murgui, Presidente de la FRAVM, a la Presidenta de la CM en El País 19/03/2009
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