Y es que paciente, además de ser una "persona que padece" lleva implícito también otro significado, el del "sujeto que recibe o padece una acción". Ese matiz de pasividad es el que se quiere desterrar, para dejar a un lado la idea de que solo los profesionales sanitarios deben hacer algo por la enfermedad, para reforzar los conocimientos del paciente y que sea el que tome las riendas de su dolencia.'
En total, Osakidetza ha culminado ya 18 cursos de formación de pacientes activos. El Servicio vasco de Salud ha decidido dar un fuerte impulso al programa durante este último trimestre del año y tiene señaladas en el calendario las fechas de comienzo de otros 22 grupos de trabajo, de los que algunos se prolongarán hasta 2012.
El programa del paciente activo forma parte de la estrategia de pacientes crónicos impulsada por Sanidad para reformar estructuralmente el sistema sanitario y hacerlo más amigable para este tipo de enfermos, los que viven con problemas incurables, que hasta ahora se han venido atendiendo desde la lógica de las dolencias agudas -las curables-. Según la Encuesta de Salud en Euskadi, el 41,5% de los hombres y el 46,3% de las mujeres reconocen padecer una enfermedad de este tipo.
El Servicio vasco de Salud quiere que sus enfermos crónicos sean plenamente conscientes de sus enfermedades. No solo para que gocen de una mejor calidad de vida, sino para que también puedan evitar que sus dolencias se agudicen obligándoles a acudir a los hospitales. Reducir el número de pacientes que alcancen el extremo de tener que ingresar en el hospital es uno de los objetivos del Departamento de Sanidad. Porque allí hay ciertos peligros añadidos -como el de contraer infecciones-, pero también porque la atención en un hospital es considerablemente más cara para las arcas públicas que en un centro de salud.'
Fuente y noticia completa: El País 6/11/2011
El Servicio vasco de Salud quiere que sus enfermos crónicos sean plenamente conscientes de sus enfermedades. No solo para que gocen de una mejor calidad de vida, sino para que también puedan evitar que sus dolencias se agudicen obligándoles a acudir a los hospitales. Reducir el número de pacientes que alcancen el extremo de tener que ingresar en el hospital es uno de los objetivos del Departamento de Sanidad. Porque allí hay ciertos peligros añadidos -como el de contraer infecciones-, pero también porque la atención en un hospital es considerablemente más cara para las arcas públicas que en un centro de salud.'
Fuente y noticia completa: El País 6/11/2011
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