'El 7 de septiembre de 2018 nuestra Federación, la FESP-UGT Madrid,
denunciaba ante la prensa de los peligros que el proyecto de Ley de
Farmacias para la Comunidad de Madrid entrañaba para los profesionales
de las instituciones sanitarias del SERMAS.
Dicho proyecto incluye la introducción de nuevas medidas sobre la labor asistencial de los farmacéuticos, se contempla la posibilidad de prestar por parte de las mismas, atención farmacéutica domiciliaria, seguimiento farmacoterapeútico personalizado, prevención de la enfermedad, educación sanitaria, seguimiento e intervención de la adherencia al tratamiento, seguimiento de drogodependencias, etc. ... Todo ello con la posibilidad (o no) de ser desarrollado en coordinación y colaboración con otros profesionales sanitarios de los Servicios Públicos de Salud.
Además abunda en la colaboración de las oficinas de farmacia en programas de detección precoz y cribado de enfermedades sin especificar claramente en qué términos se va a realizar esta colaboración ni que presupuesto se le va a asignar, ni de dónde se va a sacar. Estas medidas suponen una clara injerencia e intrusismo profesional en la labor de los médicos y de la enfermería de los Centros de Salud de Atención Primaria, que tiene claramente asignadas estas competencias en su trabajo habitual dentro de su cartera de servicios.
Hemos de apuntar que todo este Proyecto de Ley se ha llevado a cabo sin consultar ni consensuar nada con los trabajadores de la Sanidad Pública, ni con sus representantes, lo que abunda en el ninguneo que se viene llevando a cabo desde hace ya demasiado tiempo, por parte de la Comunidad de Madrid, de
las opiniones de los profesionales de Atención Primaria.
Los últimos pronunciamientos de los responsables de los partidos políticos PSOE, Podemos y Ciudadanos, presentes en la Asamblea, se posicionan en
contra del proyecto, por lo que desde UGT, con la debida cautela, nos congratulamos de que nuestros argumentos y denuncias tengan la repercusión positiva que se merecen los trabajadores del SERMAS.'
Dicho proyecto incluye la introducción de nuevas medidas sobre la labor asistencial de los farmacéuticos, se contempla la posibilidad de prestar por parte de las mismas, atención farmacéutica domiciliaria, seguimiento farmacoterapeútico personalizado, prevención de la enfermedad, educación sanitaria, seguimiento e intervención de la adherencia al tratamiento, seguimiento de drogodependencias, etc. ... Todo ello con la posibilidad (o no) de ser desarrollado en coordinación y colaboración con otros profesionales sanitarios de los Servicios Públicos de Salud.
Además abunda en la colaboración de las oficinas de farmacia en programas de detección precoz y cribado de enfermedades sin especificar claramente en qué términos se va a realizar esta colaboración ni que presupuesto se le va a asignar, ni de dónde se va a sacar. Estas medidas suponen una clara injerencia e intrusismo profesional en la labor de los médicos y de la enfermería de los Centros de Salud de Atención Primaria, que tiene claramente asignadas estas competencias en su trabajo habitual dentro de su cartera de servicios.
Hemos de apuntar que todo este Proyecto de Ley se ha llevado a cabo sin consultar ni consensuar nada con los trabajadores de la Sanidad Pública, ni con sus representantes, lo que abunda en el ninguneo que se viene llevando a cabo desde hace ya demasiado tiempo, por parte de la Comunidad de Madrid, de
las opiniones de los profesionales de Atención Primaria.
Los últimos pronunciamientos de los responsables de los partidos políticos PSOE, Podemos y Ciudadanos, presentes en la Asamblea, se posicionan en
contra del proyecto, por lo que desde UGT, con la debida cautela, nos congratulamos de que nuestros argumentos y denuncias tengan la repercusión positiva que se merecen los trabajadores del SERMAS.'
Fuente: Comunicado del Sector Salud y Servicios Sociosanitarios de la FeSP de UGT-Madrid de 28/10/2018 recibido en APISCAM
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