"La terminología clínica es una creación humana de una extraordinaria riqueza pero que también tiene una altísima variabilidad", reconoce. El experto asegura que la comunidad clínica está acostumbrada y es competente para utilizar los términos técnicos que describen su actividad y las diferentes características de los casos que tratan. Dentro de esa comunidad se desarrollan diversos lenguajes para uso interno que pueden no ser perfectamente comprensibles fuera del entorno en que han sido creados.'
'La terminología SNOMED CT es un producto derivado de aportaciones de numerosos países, subraya Romero. Es una terminología clínica integral, multilingüe y codificada, pero también un producto terminológico que puede usarse para codificar, recuperar, comunicar y analizar datos clínicos permitiendo a los profesionales de la salud representar la información de forma precisa. Se trata de un estándar internacional distribuido por la International Health Terminology Standards Development Organisation (IHTSDO), a la que pertenece nuestro país. De hecho, el Ministerio de Sanidad es su Centro Nacional de Referencia.
Bajo
su punto de vista, España es uno de los países más activos del mundo en
las actividades de normalización de los significados y está realizando
actividades dirigidas a preparar el terreno para una implantación
armoniosa y racional de esta terminología, a gran escala, en las
historias clínicas electrónicas de todo nuestro país. En la fase actual,
continúa, la actividad más intensa se centra en la preparación de los
recursos comunes que tendrán que utilizar los distintos sistemas de
información de historia electrónica, de tal forma que no sea necesario
realizar actividades redundantes en los distintos territorios.
En
la misma línea, asegura que los trabajos de elaboración de extensiones a
las lenguas propias, otro aspecto importante para adaptar el programa a
las particularidades de nuestro país, ya se han iniciado en Cataluña.
Está en preparación una iniciativa de traducción coordinada multilingüe
para varios idiomas derivados del latín, en la que pueden llegar a estar
incluidos el catalán, el valenciano, el gallego, el portugués y el
italiano. Romero puntualiza que "la sintaxis habitual en la terminología
médica utilizada en estos idiomas es muy homologable, y ello facilita
un abordaje coordinado. El interés por esta iniciativa "puede variar
según el nivel de uso de términos médicos en las historias clínicas
electrónicas y los sistemas de información clínicos", y por este motivo,
concluye que está previsto efectuar consultas sobre dicha participación
a las comunidades autónomas y los países involucrados.
A simple vista, puede parecer que esta variabilidad de terminología ha podido ser una dificultad más para la implantación de una historia clínica común. Sin embargo, Arturo Romero, director del Proyecto de Historia Clínica Digital del SNS, considera que, en principio, "las dificultades tienen más que ver con factores organizativos que con la diversidad de lenguajes en las actividades clínicas". No obstante, reconoce que "sí puede haber tenido una gran influencia la ausencia de modelos normalizados de información clínica compartidos y comunes, o la falta de implantación y despliegue de los modelos ya existentes en las historias clínicas electrónicas que se han venido desarrollando durante años". El experto asegura que esta situación "ha dado lugar a una gran diversidad de estructuras, que en la práctica hacen más complicado el problema de reconocer los significados del lenguaje médico". "Al plantearse las preguntas clínicas de diferente manera, las respuestas pueden adquirir significados distintos", matiza. De ahí que piense que unificar esta terminología o conseguir, al menos, que sea "interoperable" sea "extraordinariamente importante". Reconoce que "normalizar o armonizar la terminología clínica es un proceso que lleva años, en el mejor de los casos" y que, en cualquier caso, será un trabajo inacabado, pues no dejan de aparecer nuevos conceptos y descripciones.'
A simple vista, puede parecer que esta variabilidad de terminología ha podido ser una dificultad más para la implantación de una historia clínica común. Sin embargo, Arturo Romero, director del Proyecto de Historia Clínica Digital del SNS, considera que, en principio, "las dificultades tienen más que ver con factores organizativos que con la diversidad de lenguajes en las actividades clínicas". No obstante, reconoce que "sí puede haber tenido una gran influencia la ausencia de modelos normalizados de información clínica compartidos y comunes, o la falta de implantación y despliegue de los modelos ya existentes en las historias clínicas electrónicas que se han venido desarrollando durante años". El experto asegura que esta situación "ha dado lugar a una gran diversidad de estructuras, que en la práctica hacen más complicado el problema de reconocer los significados del lenguaje médico". "Al plantearse las preguntas clínicas de diferente manera, las respuestas pueden adquirir significados distintos", matiza. De ahí que piense que unificar esta terminología o conseguir, al menos, que sea "interoperable" sea "extraordinariamente importante". Reconoce que "normalizar o armonizar la terminología clínica es un proceso que lleva años, en el mejor de los casos" y que, en cualquier caso, será un trabajo inacabado, pues no dejan de aparecer nuevos conceptos y descripciones.'
Fuente y noticia completa: Gaceta Médica 02/05/2014
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