–¿Se siente usted un pacificador?
–En absoluto. Últimamente el mundo sanitario ha estado un poco alterado pero no se ha resentido ni la calidad ni la asistencia. Existían ciertas situaciones de inestabilidad laboral, sobre todo en algunas de las personas que formaban parte de los hospitales que iban a externalizarse, donde se estaban haciendo contratos mes a mes. Eso había que corregirlo. Por ello las primeras medidas que decidimos tomar han tenido que ver con el mundo laboral. A aquellos que eran eventuales se les han ofertado contratos de al menos un año. No es que haya que pacificar, es que había que resolver un problema laboral serio que teníamos y que afectaba tanto a médicos como a enfermeras. De hecho, el presidente anunció unas medidas que han tenido muy buena acogida entre los profesionales.
–¿Qué le encargó el presidente cuando le ofreció ser consejero?
–Que gestionara bien la Sanidad, que me entienda bien con los profesionales. Cada día empiezo mi jornada desayunando en un hospital diferente con los responsables de distintos servicios a los que yo les planteo lo que queremos hacer y ellos me trasladan sus necesidades. En ningún hospital ni centro de salud nadie me ha pedido una subida de sueldo. Me han solicitado recursos para prestar mejor calidad en el servicio. Eso demuestra que los profesionales son el principal activo de la Sanidad madrileña.
–Para la aplicación de este Plan Laboral que anunció el presidente, ¿existe un calendario?
–Hay personal que es eventual que fue contratado. Ahora estamos estudiando las plantillas órgánicas y se calcula que 5.000 eventuales pasarán a interinos. Cómo se va a hacer ese paso y cuáles serán los criterios habrá que negociarlo con los agentes sociales. En una segunda fase, se convocarán las plazas para que esos interinos consoliden el puesto de trabajo. Además, ya se han convocado 150 plazas de médicos de las especialidades en las que hay más situaciones de precariedad. Ya están en marcha y hecha la convocatoria. La idea es consolidar puestos de trabajo y que la gente no esté en la inseguridad que ahora existía. Eso no redunda en un buen servicio. Me imagino a un cirujano que esté operando y piensa que mañana se le acaba el contrato y no le han dicho si le van a renovar. Uno no puede estar pensando en esas cosas cuando está atendiendo.
–El pago por productividad que incluye este Plan Laboral, ¿no es un regreso a las peonadas?
–No, es un concepto totalmente distinto. No sé finalmente cómo se va a articular, porque se tiene que negociar con los agentes sociales, pero se pagará por proceso. Se fijará el precio del proceso: por ejemplo, si una catarata vale 800 euros, pues yo por catarata pago 800 euros; usted dígame cuántas cataratas quiere hacer, luego le firmo un contrato. Y usted, ahora que tiene firmado el contrato de estas cuantas, me dice si las quiere hacer los sábados por la mañana, los domingos por la tarde, con el personal que usted quiera. Si para hacer eso tiene que contratar otro médico, pues es su problema, o si tiene que buscar una enfermera.
–¿El objetivo de estas medidas es agilizar las listas de espera en un porcentaje en concreto?
–El objetivo es seguir cumpliendo el compromiso que adquirimos cuando era presidenta Esperanza Aguirre de que nadie tuviese que esperar 30 días para operarse.
–¿Ha habido un mayor número de personas que se niegan a ser derivadas después de que los sindicatos lo promovieran?
–Ha habido un ligero aumento de un 6,4%. Me parece una irresponsabilidad. Si prefieren esperar, no podemos hacer nada. Pero creo que esa política es irresponsable porque no hay ningún motivo para que una persona esté molesta o sufriendo por banal que parezca. Según los datos de diciembre de 2013, el número de pacientes que ha decidido no operarse en la oferta que se les ha dado es de 36.000, eso supone el 49% de toda la lista de espera. Si no quieren, yo no incumplo el compromiso de los 30 días. Además, esos pacientes esperan una media de 103 días. Probablemente esperan porque saben que está en 103 días.
–Los sindicatos les acusan de querer derivar masivamente a los pacientes a la privada...
–Hay argumentos falsos como esa idea que han trasmitido de que queremos privatizar todo o mandar a nuestros pacientes a la Sanidad privada. Es falso y así lo revelan los datos. En 2012, se hicieron en la red pública 443.000 intervenciones quirúrgicas. En 2013 se hicieron 10.000 intervenciones más en la misma red. Es absurdo, porque en los centros concertados se hicieron de un año a otro 4.000 operaciones menos. La mayoría de los hospitales no derivan ni una sola prueba diagnóstica, sólo nos pasa en los hospitales grandes.
–¿Cuándo abrirá finalmente el hospital de Collado Villalba?
–Lo que nos ha ocurrido en Collado Villalba es que vino la crisis y nos hemos encontrado con el hospital hecho. Pero está terminado y técnicamente se puede abrir. Trabajamos para poder abrirlo después del verano.
–La Marea Blanca advierte de que el Gobierno no ha renunciado a la externalización de hospitales.
–Pueden decir misa si la cantan. El presidente ha dicho que hemos renunciado y hemos comunicado al juzgado que no continuamos con esta guerra. Si mañana el TSJM resolviera que el concurso se puede ejecutar no vamos a continuar, y si nos dice que no, razón de más para no continuar. En cualquier caso, si el juzgado nos dice que no, nosotros no vamos a recurrir.
–¿Alguna de las empresas adjudicatarias quiere cobrar alguna indemnización?
–No, indemnización no. Nos quiere pasar gastos que a nuestro juicio no corresponden. Cuando yo me presento a un concurso, a mí me origina unos gastos: he ido a un despacho de abogados, he hecho viajes... Pero si no te lo adjudican, no tienes derecho a eso. Yo puedo entender que se devuelva la fianza, y si para poner esa fianza has tenido que pedir dinero al banco y tienes unos intereses te los pago. No podemos sentar ese precedente.
–¿Qué empresa?
– Hima San Pablo.
–¿Y cómo van a devolver el euro por receta que cobraron antes de que fuera anulado?
– El Tribunal Constitucional nos dirá, porque suponemos que nos va a decir lo mismo que en Cataluña, que no se podía cobrar. Lo que yo no sé es si la sentencia lleva implícito que el dinero hay que devolverlo o no. Pero si hubiese que devolver, no es complicado porque las recetas tienen nombres y apellidos. El objetivo no era recaudar el euro, sino disuadir a los madrileños y con ello, durante el tiempo que estuvo funcionando, nos permitió ahorrar 17 millones.
–Renunciar a la externalización de los seis hospitales implica que se dejarán de ahorrar 150 millones. ¿Cómo se va a cuadrar esto?
–Eso nos supone un quebranto económico importante. Yo me he reunido con los médicos de todos los hospitales y se lo estoy explicando. Les pido su colaboración y que todas las medidas de ahorro que crean que se pueden hacer en sus distintos servicios se las manifiesten a los gerentes. Yo calculo que con esas medidas podemos conseguir entre todos los hospitales ahorrar unos 30 millones de euros. Pero aun así nos faltarían otros 120, y esos 120 Hacienda tendrá que inventar de dónde se los saca. Durante la época de Lasquetty se tomaron medidas que nos permitieron ahorrar 370 millones de euros, del total de 550 que había que ahorrar. El Gobierno lo tiene previsto y de distintas partidas habrá que ver cada uno lo que tiene que aportar. Los médicos pueden estar tranquilos porque van a cobrar y los farmacéuticos van a cobrar. Vamos a pagar a todo el mundo. Lo que está claro es que ahora mismo nadie se puede gastar más de lo que se tiene porque incurres en delito penal.
–Si el nuevo sistema de financiación que se está negociando vuelve a ser injusto con Madrid, ¿se vería obligado el Gobierno regional a realizar más recortes?
–Los madrileños ya hemos realizado muchos sacrificios. Por tanto, yo creo que ahora que la situación va mejor, nos debe ir mejor. No tenemos deuda, nos hemos ajustado a los presupuestos. Es verdad que a todos los profesionales, no solamente los del sector sanitario, les hemos obligado a hacer un sacrificio importante, pero eso tiene sus frutos. Yo espero que nos traten mejor, aunque sólo sea que nos cuenten todos los ciudadanos que hay en Madrid, no que nos cuenten 600.000 menos. Con eso, ya iríamos bien.'
Fuente y entrevista completa: La Razón 22/05/2014
–En absoluto. Últimamente el mundo sanitario ha estado un poco alterado pero no se ha resentido ni la calidad ni la asistencia. Existían ciertas situaciones de inestabilidad laboral, sobre todo en algunas de las personas que formaban parte de los hospitales que iban a externalizarse, donde se estaban haciendo contratos mes a mes. Eso había que corregirlo. Por ello las primeras medidas que decidimos tomar han tenido que ver con el mundo laboral. A aquellos que eran eventuales se les han ofertado contratos de al menos un año. No es que haya que pacificar, es que había que resolver un problema laboral serio que teníamos y que afectaba tanto a médicos como a enfermeras. De hecho, el presidente anunció unas medidas que han tenido muy buena acogida entre los profesionales.
–¿Qué le encargó el presidente cuando le ofreció ser consejero?
–Que gestionara bien la Sanidad, que me entienda bien con los profesionales. Cada día empiezo mi jornada desayunando en un hospital diferente con los responsables de distintos servicios a los que yo les planteo lo que queremos hacer y ellos me trasladan sus necesidades. En ningún hospital ni centro de salud nadie me ha pedido una subida de sueldo. Me han solicitado recursos para prestar mejor calidad en el servicio. Eso demuestra que los profesionales son el principal activo de la Sanidad madrileña.
–Para la aplicación de este Plan Laboral que anunció el presidente, ¿existe un calendario?
–Hay personal que es eventual que fue contratado. Ahora estamos estudiando las plantillas órgánicas y se calcula que 5.000 eventuales pasarán a interinos. Cómo se va a hacer ese paso y cuáles serán los criterios habrá que negociarlo con los agentes sociales. En una segunda fase, se convocarán las plazas para que esos interinos consoliden el puesto de trabajo. Además, ya se han convocado 150 plazas de médicos de las especialidades en las que hay más situaciones de precariedad. Ya están en marcha y hecha la convocatoria. La idea es consolidar puestos de trabajo y que la gente no esté en la inseguridad que ahora existía. Eso no redunda en un buen servicio. Me imagino a un cirujano que esté operando y piensa que mañana se le acaba el contrato y no le han dicho si le van a renovar. Uno no puede estar pensando en esas cosas cuando está atendiendo.
–El pago por productividad que incluye este Plan Laboral, ¿no es un regreso a las peonadas?
–No, es un concepto totalmente distinto. No sé finalmente cómo se va a articular, porque se tiene que negociar con los agentes sociales, pero se pagará por proceso. Se fijará el precio del proceso: por ejemplo, si una catarata vale 800 euros, pues yo por catarata pago 800 euros; usted dígame cuántas cataratas quiere hacer, luego le firmo un contrato. Y usted, ahora que tiene firmado el contrato de estas cuantas, me dice si las quiere hacer los sábados por la mañana, los domingos por la tarde, con el personal que usted quiera. Si para hacer eso tiene que contratar otro médico, pues es su problema, o si tiene que buscar una enfermera.
–¿El objetivo de estas medidas es agilizar las listas de espera en un porcentaje en concreto?
–El objetivo es seguir cumpliendo el compromiso que adquirimos cuando era presidenta Esperanza Aguirre de que nadie tuviese que esperar 30 días para operarse.
–¿Ha habido un mayor número de personas que se niegan a ser derivadas después de que los sindicatos lo promovieran?
–Ha habido un ligero aumento de un 6,4%. Me parece una irresponsabilidad. Si prefieren esperar, no podemos hacer nada. Pero creo que esa política es irresponsable porque no hay ningún motivo para que una persona esté molesta o sufriendo por banal que parezca. Según los datos de diciembre de 2013, el número de pacientes que ha decidido no operarse en la oferta que se les ha dado es de 36.000, eso supone el 49% de toda la lista de espera. Si no quieren, yo no incumplo el compromiso de los 30 días. Además, esos pacientes esperan una media de 103 días. Probablemente esperan porque saben que está en 103 días.
–Los sindicatos les acusan de querer derivar masivamente a los pacientes a la privada...
–Hay argumentos falsos como esa idea que han trasmitido de que queremos privatizar todo o mandar a nuestros pacientes a la Sanidad privada. Es falso y así lo revelan los datos. En 2012, se hicieron en la red pública 443.000 intervenciones quirúrgicas. En 2013 se hicieron 10.000 intervenciones más en la misma red. Es absurdo, porque en los centros concertados se hicieron de un año a otro 4.000 operaciones menos. La mayoría de los hospitales no derivan ni una sola prueba diagnóstica, sólo nos pasa en los hospitales grandes.
–¿Cuándo abrirá finalmente el hospital de Collado Villalba?
–Lo que nos ha ocurrido en Collado Villalba es que vino la crisis y nos hemos encontrado con el hospital hecho. Pero está terminado y técnicamente se puede abrir. Trabajamos para poder abrirlo después del verano.
–La Marea Blanca advierte de que el Gobierno no ha renunciado a la externalización de hospitales.
–Pueden decir misa si la cantan. El presidente ha dicho que hemos renunciado y hemos comunicado al juzgado que no continuamos con esta guerra. Si mañana el TSJM resolviera que el concurso se puede ejecutar no vamos a continuar, y si nos dice que no, razón de más para no continuar. En cualquier caso, si el juzgado nos dice que no, nosotros no vamos a recurrir.
–¿Alguna de las empresas adjudicatarias quiere cobrar alguna indemnización?
–No, indemnización no. Nos quiere pasar gastos que a nuestro juicio no corresponden. Cuando yo me presento a un concurso, a mí me origina unos gastos: he ido a un despacho de abogados, he hecho viajes... Pero si no te lo adjudican, no tienes derecho a eso. Yo puedo entender que se devuelva la fianza, y si para poner esa fianza has tenido que pedir dinero al banco y tienes unos intereses te los pago. No podemos sentar ese precedente.
–¿Qué empresa?
– Hima San Pablo.
–¿Y cómo van a devolver el euro por receta que cobraron antes de que fuera anulado?
– El Tribunal Constitucional nos dirá, porque suponemos que nos va a decir lo mismo que en Cataluña, que no se podía cobrar. Lo que yo no sé es si la sentencia lleva implícito que el dinero hay que devolverlo o no. Pero si hubiese que devolver, no es complicado porque las recetas tienen nombres y apellidos. El objetivo no era recaudar el euro, sino disuadir a los madrileños y con ello, durante el tiempo que estuvo funcionando, nos permitió ahorrar 17 millones.
–Renunciar a la externalización de los seis hospitales implica que se dejarán de ahorrar 150 millones. ¿Cómo se va a cuadrar esto?
–Eso nos supone un quebranto económico importante. Yo me he reunido con los médicos de todos los hospitales y se lo estoy explicando. Les pido su colaboración y que todas las medidas de ahorro que crean que se pueden hacer en sus distintos servicios se las manifiesten a los gerentes. Yo calculo que con esas medidas podemos conseguir entre todos los hospitales ahorrar unos 30 millones de euros. Pero aun así nos faltarían otros 120, y esos 120 Hacienda tendrá que inventar de dónde se los saca. Durante la época de Lasquetty se tomaron medidas que nos permitieron ahorrar 370 millones de euros, del total de 550 que había que ahorrar. El Gobierno lo tiene previsto y de distintas partidas habrá que ver cada uno lo que tiene que aportar. Los médicos pueden estar tranquilos porque van a cobrar y los farmacéuticos van a cobrar. Vamos a pagar a todo el mundo. Lo que está claro es que ahora mismo nadie se puede gastar más de lo que se tiene porque incurres en delito penal.
–Si el nuevo sistema de financiación que se está negociando vuelve a ser injusto con Madrid, ¿se vería obligado el Gobierno regional a realizar más recortes?
–Los madrileños ya hemos realizado muchos sacrificios. Por tanto, yo creo que ahora que la situación va mejor, nos debe ir mejor. No tenemos deuda, nos hemos ajustado a los presupuestos. Es verdad que a todos los profesionales, no solamente los del sector sanitario, les hemos obligado a hacer un sacrificio importante, pero eso tiene sus frutos. Yo espero que nos traten mejor, aunque sólo sea que nos cuenten todos los ciudadanos que hay en Madrid, no que nos cuenten 600.000 menos. Con eso, ya iríamos bien.'
Fuente y entrevista completa: La Razón 22/05/2014
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