'Las declaraciones de la Presidenta de la Comunidad de Madrid,
Cristina Cifuentes, a razón de las listas de espera quirúrgica y las
medidas que tiene pensado tomar el ejecutivo para solucionarla son,
cuanto menos, populistas y políticas de titular.
La Presidenta ha entendido perfectamente el funcionamiento de las redes sociales y los medios de comunicación, para con la población, sobre todo en momentos políticos convulsos como este y se descuelga con una serie de medidas, que si no se explican, cumplen perfectamente su cometido, tapar lo importante, tapar que la lista de espera quirúrgica de la Comunidad de Madrid era escandalosa y se vendía como ideal, tapar que los recortes de los últimos años en personal, camas y medios han supuesto un deterioro importantísimo de la sanidad madrileña donde la lista de espera es solo una señal de alarma, pero donde hay otras muchas más.
Los ochenta millones que la presidencia anuncia para solucionar la lista de espera, en ningún caso, se explica de dónde salen, con unos presupuestos recién aprobados ¿van a salir de estos?, ¿de qué partida?, esperamos explicaciones, no sea que los 20 millones anuales que se deben extraer supongan otros recortes no anunciados que vuelvan a recaer sobre los trabajadores.
La Presidenta anuncia 10 medidas estrella para conseguir su objetivo y entre ellas está “la incorporación de más profesionales sanitarios para la agilización de las listas de espera”, vía Pactos de Gestión, que conviene recordar que en ningún caso han sido negociados con los representantes de los trabajadores y pactos que han sido negados por la administración para poder ser estudiados.
Parece ser que la imaginación de nuestros gestores no está en su mejor momento porque la solución final vuelve a ser la misma, el perverso sistema de “Peonadas” ya que se reduce a “un sistema de incentivos para los profesionales sanitarios, relacionado con la consecución de los objetivos”, sistema de Peonadas que la FSP-UGT de Madrid ha denunciado siempre porque supone la no contratación del personal necesario para la solución del problema y porque retroalimenta el mal funcionamiento de la propia lista de espera.
Cerca de 7000 trabajadores menos en la sanidad madrileña y una lista de espera escandalosa son dos elementos que están íntimamente relacionados y debería ser el momento de solucionando uno de los problemas darle solución al otro. Es el momento de recuperar todos los puestos de trabajo perdidos y con
esos efectivos hacer más fácil la solución al problema de la lista deespera, pero
no, se vuelve a ir a lo fácil.
Otra de las medidas impulsadas es una vez más un caramelo envenenado que pone otra vez sobre la mesa el controvertido tema de las derivaciones, porque estas ponen en valor la privatización de la actividad de los centros públicos. Con la excusa de acabar con la lista de espera quirúrgica los pacientes son derivados a otros centros, descapitalizando al servicio público de salud y desviando fondos públicos. Aunque en la medida se habla de la derivación a otros centros de la red pública, todos sabemos que no todos los centros de la red pública son centros públicos de gestión directa.
Lo que tampoco es de recibo es que se vuelva a culpar a los profesionales y a sus representantes de poner “chinas en el camino” y cargar en las espaldas de los trabajadores la responsabilidad de que una pésima gestión haga muy difícil que un proyecto con tantas lagunas salga adelante de forma correcta. Parece que se pretende dar una vuelta de tuerca más, que los profesionales que han perdido en los últimos años un 20 por ciento de su sueldo, que siguen sin oler su carrera y su promoción pese a los rimbombantes pactos en la Asamblea de Madrid, que siguen soportando cada vez más cargas de trabajo por los recortes de personal, por la no contratación de sustituciones y el aumento de sus horas de trabajo, son los culpables de la situación. Nuevos tiempos, viejas costumbres.
La FSP-UGT de Madrid exige una vez más, el reconocimiento de los esfuerzos de los trabajadores de la sanidad de Madrid en forma de recuperación de su jornada de 35 horas, que supondría unos niveles de contratación que ayudarían a solucionar los problemas de la lista de espera, el reconocimiento profesional de los trabajadores de la sanidad madrileña en forma de devolución de su carrera y su promoción profesional y un verdadero cambio, no de formas si no de actos, por parte de la Administración, para que de una vez por todas se siente a negociar este tipo de medidas, que afectan a las condiciones laborales, con los representantes de los trabajadores que estamos preparados para ofrecer toda nuestra ayuda.'
La Presidenta ha entendido perfectamente el funcionamiento de las redes sociales y los medios de comunicación, para con la población, sobre todo en momentos políticos convulsos como este y se descuelga con una serie de medidas, que si no se explican, cumplen perfectamente su cometido, tapar lo importante, tapar que la lista de espera quirúrgica de la Comunidad de Madrid era escandalosa y se vendía como ideal, tapar que los recortes de los últimos años en personal, camas y medios han supuesto un deterioro importantísimo de la sanidad madrileña donde la lista de espera es solo una señal de alarma, pero donde hay otras muchas más.
Los ochenta millones que la presidencia anuncia para solucionar la lista de espera, en ningún caso, se explica de dónde salen, con unos presupuestos recién aprobados ¿van a salir de estos?, ¿de qué partida?, esperamos explicaciones, no sea que los 20 millones anuales que se deben extraer supongan otros recortes no anunciados que vuelvan a recaer sobre los trabajadores.
La Presidenta anuncia 10 medidas estrella para conseguir su objetivo y entre ellas está “la incorporación de más profesionales sanitarios para la agilización de las listas de espera”, vía Pactos de Gestión, que conviene recordar que en ningún caso han sido negociados con los representantes de los trabajadores y pactos que han sido negados por la administración para poder ser estudiados.
Parece ser que la imaginación de nuestros gestores no está en su mejor momento porque la solución final vuelve a ser la misma, el perverso sistema de “Peonadas” ya que se reduce a “un sistema de incentivos para los profesionales sanitarios, relacionado con la consecución de los objetivos”, sistema de Peonadas que la FSP-UGT de Madrid ha denunciado siempre porque supone la no contratación del personal necesario para la solución del problema y porque retroalimenta el mal funcionamiento de la propia lista de espera.
Cerca de 7000 trabajadores menos en la sanidad madrileña y una lista de espera escandalosa son dos elementos que están íntimamente relacionados y debería ser el momento de solucionando uno de los problemas darle solución al otro. Es el momento de recuperar todos los puestos de trabajo perdidos y con
esos efectivos hacer más fácil la solución al problema de la lista deespera, pero
no, se vuelve a ir a lo fácil.
Otra de las medidas impulsadas es una vez más un caramelo envenenado que pone otra vez sobre la mesa el controvertido tema de las derivaciones, porque estas ponen en valor la privatización de la actividad de los centros públicos. Con la excusa de acabar con la lista de espera quirúrgica los pacientes son derivados a otros centros, descapitalizando al servicio público de salud y desviando fondos públicos. Aunque en la medida se habla de la derivación a otros centros de la red pública, todos sabemos que no todos los centros de la red pública son centros públicos de gestión directa.
Lo que tampoco es de recibo es que se vuelva a culpar a los profesionales y a sus representantes de poner “chinas en el camino” y cargar en las espaldas de los trabajadores la responsabilidad de que una pésima gestión haga muy difícil que un proyecto con tantas lagunas salga adelante de forma correcta. Parece que se pretende dar una vuelta de tuerca más, que los profesionales que han perdido en los últimos años un 20 por ciento de su sueldo, que siguen sin oler su carrera y su promoción pese a los rimbombantes pactos en la Asamblea de Madrid, que siguen soportando cada vez más cargas de trabajo por los recortes de personal, por la no contratación de sustituciones y el aumento de sus horas de trabajo, son los culpables de la situación. Nuevos tiempos, viejas costumbres.
La FSP-UGT de Madrid exige una vez más, el reconocimiento de los esfuerzos de los trabajadores de la sanidad de Madrid en forma de recuperación de su jornada de 35 horas, que supondría unos niveles de contratación que ayudarían a solucionar los problemas de la lista de espera, el reconocimiento profesional de los trabajadores de la sanidad madrileña en forma de devolución de su carrera y su promoción profesional y un verdadero cambio, no de formas si no de actos, por parte de la Administración, para que de una vez por todas se siente a negociar este tipo de medidas, que afectan a las condiciones laborales, con los representantes de los trabajadores que estamos preparados para ofrecer toda nuestra ayuda.'
Fuente: Nota de Prensa de la FSP-UGT de Madrid e de 20/01/2016
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