'A finales del año pasado, en los Presupuestos de la Comunidad Madrid para el año 2019, se publicó que el dinero destinado a la Consejería de Sanidad
era de 8.106,05 millones de euros, un 3% más que en 2018 (7.930,06
millones). Este dinero, según la propia Comunidad, iba a servir para "Avanzar en la mejora de la calidad asistencial y de la gestión de la Sanidad Pública, es uno de los objetivos que persigue el Presupuesto".
Estas cifras ¿han alcanzado el objetivo que perseguían? Parece evidente que NO, las listas de espera siguen siendo muy grandes. El número de pacientes en espera para la Primera Consulta Externa en Atención Hospitalaria era de 442.328, el de los que esperan una intervención quirúrgica era de 80.013 y el de los que esperan una prueba diagnóstica y terapeútica era de 140.342, con datos de septiembre de 2019.
Lo que si se ha consolidado es el desvío de dinero público a Empresas Privadas
que gestionan Servicios Sanitarios y No Sanitarios: centralización de
servicios generales (limpieza, seguridad, lavandería, etc), conciertos
con entidades privadas y en el pago del arrendamiento de los hospitales
del modelo PFI:
Como
se puede observar aquí faltan datos que están asignados directamente a
los Presupuestos de los diferentes Centros Sanitarios, pero ya en sí la
cifra es muy importante 1.210,87 millones de euros, que supone más de un 15% del presupuesto del SERMAS que se envía directamente a empresas privadas y que les reporta importantes beneficios, de los que 579,41 millones de euros, como mínimo, van destinados al Grupo Quirón Salud (más del 7% del presupuesto va a la multinacional alemana Fresenius).
El poder político y económico lo tiene muy claro, el dinero que se destina a la Sanidad Pública tiene que ir a manos privadas, con el fin de obtener importantes beneficios y para que LA SALUD DE TODOS/AS SEA SU NEGOCIO.
Desgraciadamente, donde han gobernado otras opciones políticas tampoco se ha conseguido una situación muy distinta.
Solo un gobierno que se comprometiese pública e inequívocamente contra la privatización sanitaria y por la derogación de las leyes que la permiten (Ley 15/97 y otras) y por la vuelta a manos públicas de lo ya privatizado, haría posible mejorar la situación.
Mientras que los Partidos Políticos no
tengan claro que la colaboración público-privada solo favorece a las
empresas privadas y no se recupere lo ya privatizado, la asistencia
sanitaria pública seguirá deteriorándose, y los/las que vamos a resultar
perjudicados en nuestra salud seremos la clase obrera, que no podemos
permitirnos la contratación de seguros privados, y se irá avanzando
hacia una sanidad de beneficencia para las/los trabajadores/es y una
Sanidad Privada que atenderá a quien se lo pueda pagar.
NO A LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA EN LA SANIDAD
POR LA DEROGACIÓN DE LA LEY 15/97'
Fuente: Comunicado de sindicato SAS Madrid de 03/11/2019 recibido en APISCAM
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