[Diario Médico 30/04] 'La sanidad española debería aspirar a tener un sistema informático
único, propio y centralizado que, dando servicio a nuestras
instituciones, resida fuera de ellas con todos los elementos de
seguridad necesarios -hoy al alcance-, y no a la ahora inalcanzable
historia clínica digital unificada. Sabemos que este modelo no es fácil
de conseguir a corto plazo, pero debería ser la referencia y guía de
nuestras actuaciones pensando en el medio y largo plazo.
He
trabajado como técnico y como directivo en grandes sistemas
centralizados como el INEM y la Seguridad Social, y también en el
sistema de sanidad de Madrid, con una gran casuística y muy
descentralizado. Basado en estas experiencias aporto las conclusiones
de este artículo.'
'El caso madrileño
A comienzos de 2004 fui nombrado director general de Informática y Comunicaciones en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Allí me encontré de todo: un sistema muy complejo, de grandes volúmenes, absolutamente atomizado, y aplicaciones informáticas propiedad de la industria, de la que, además del pago de las consiguientes licencias de uso, dependíamos para su adaptación y cambio. Y con gran demanda de nuevas funciones y mejoras a corto, medio y largo plazo por parte de los profesionales sanitarios usuarios del sistema. Apasionante.
En atención primaria, en 2005 ya estaban informatizados casi la totalidad de los centros de salud madrileños -aproximadamente 500- con la aplicación local OMI, una aplicación muy consolidada, con funciones de ayuda avanzadas, bien aceptada por los médicos de atención primaria. Las carencias o limitaciones funcionales vienen de su concepción local a nivel de centro de salud, que imposibilita el acceso de manera medianamente segura,desde otros centros, hospitales o instituciones de la propia red de la consejería.
Desde el punto de vista técnico, aunque la mayoría de las áreas disponen de técnicos que dan soporte y desde los Servicios Centrales de la consejería se monitoriza veinticuatro horas su funcionamiento y se hacen las necesarias copias de seguridad en remoto, OMI es una aplicación tecnológicamente desfasada, que reside en servidores locales en los propios centros y es excesivamente abierta, con lo que se hacían modificaciones locales que, siempre persiguiendo mejoras, suponían una degradación creciente del sistema corporativo y abría espectaculares agujeros de seguridad.
En hospitales la cuestión es bastante más compleja. Por razones históricas, su sistema informático evoluciona desde la informática de cada servicio.'
'El modelo ideal
A continuación resumo el modelo ideal, desde mi punto de vista:
En atención primaria: construir e implantar una nueva aplicación informática centralizada y propiedad de la Consejería de Sanidad, con funciones iguales o muy similares al actual OMI. Con ello ya conseguimos objetivos importantes:
- Una historia clínica de atención primaria única para todos los pacientes y accesible, debidamente controlada por el sistema de seguridad y auditoría permanente, desde cualquier institución de la red de la consejería.
- A partir de su implantación, cualquier cambio o mejora repercute instantáneamente en toda la red.
- El mantenimiento se reduce de forma espectacular, y con él los costes.
En hospitales: el modelo se complica y el volumen de datos e imágenes, la riqueza funcional y la complejidad crecen exponencialmente. A pesar de los años que llevan en explotación, las soluciones de mercado no responden correctamente a todas las funcionalidades demandadas y no mantienen suficientemente integrados -o lo hacen de una manera bastante artesanal y débil- todos los subsistemas periféricos. Además, están concebidos como monohospital, con lo que se hace difícil la solución centralizada y el compartir recursos e historias clínicas con otros hospitales.
En la Comunidad de Madrid surgió la gran oportunidad con la construcción de ocho nuevos hospitales en la anterior legislatura, con lo que pudimos elegir el modelo y la arquitectura adecuados de su sistema informático: único, centralizado y externo para todos.
El modelo ideal para los hospitales sería un sistema único, propio, externo a todos los hospitales y utilizable de forma segura. Es muy difícil de conseguir a medio plazo, pero debe ser nuestra tendencia, con lo que, una vez construida su infraestructura, podríamos ir enganchando hospitales gradualmente y en la medida en que el deterioro del sistema de cada hospital requiera una fuerte restructuración.
Sistema integral: este modelo, inalcanzable a corto y medio plazo, pero sí como tendencia, debería integrar a atención primaria y especializada. Si seguimos las pautas expuestas en los dos puntos anteriores, llegaríamos a dos sistemas que podrían interconectarse fácilmente y constituir el sistema integral buscado.
Dicho sistema sería utilizado -a través de la red propia- desde todas las instituciones y centros sanitarios de la Comunidad de Madrid y auditado constantemente. También podría ser accesible para los pacientes, constituyendo un potente medio interactivo entre ellos, las instituciones sanitarias y los facultativos que los tratan. Además, desde instituciones externas a las consejerías se podría acceder a ella cuando fuera necesario y con seguridad. El sistema homogeneizaría sensiblemente la gestión global de todo nuestro sistema sanitario, implantando los cambios en el mismo instante en todas las instalaciones de la red. Por último, su mantenimiento se reduciría mucho.
Este modelo se facilita enormemente con las nuevas tecnologías de virtualización y cloud computing, que externalizan la residencia de datos y procesos a la Red. Podemos y debemos utilizar estas tecnologías, pero con la cautela que requiere todo lo nuevo, cuidando muy bien en manos de quién nos ponemos y qué dependencias nos crea; debemos controlar siempre las infraestructuras que utilicemos.
No he hablado de interoperabilidad porque creo que no es la solución y que, aunque nos ayuda a compartir e interconectar recursos dispersos y diversos, nunca nos llevará al sistema que necesitamos.'
Fuente y opinión completa: Fernando Bezares en Diario Médico 30/04/2012
'El caso madrileño
A comienzos de 2004 fui nombrado director general de Informática y Comunicaciones en la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Allí me encontré de todo: un sistema muy complejo, de grandes volúmenes, absolutamente atomizado, y aplicaciones informáticas propiedad de la industria, de la que, además del pago de las consiguientes licencias de uso, dependíamos para su adaptación y cambio. Y con gran demanda de nuevas funciones y mejoras a corto, medio y largo plazo por parte de los profesionales sanitarios usuarios del sistema. Apasionante.
En atención primaria, en 2005 ya estaban informatizados casi la totalidad de los centros de salud madrileños -aproximadamente 500- con la aplicación local OMI, una aplicación muy consolidada, con funciones de ayuda avanzadas, bien aceptada por los médicos de atención primaria. Las carencias o limitaciones funcionales vienen de su concepción local a nivel de centro de salud, que imposibilita el acceso de manera medianamente segura,desde otros centros, hospitales o instituciones de la propia red de la consejería.
Desde el punto de vista técnico, aunque la mayoría de las áreas disponen de técnicos que dan soporte y desde los Servicios Centrales de la consejería se monitoriza veinticuatro horas su funcionamiento y se hacen las necesarias copias de seguridad en remoto, OMI es una aplicación tecnológicamente desfasada, que reside en servidores locales en los propios centros y es excesivamente abierta, con lo que se hacían modificaciones locales que, siempre persiguiendo mejoras, suponían una degradación creciente del sistema corporativo y abría espectaculares agujeros de seguridad.
En hospitales la cuestión es bastante más compleja. Por razones históricas, su sistema informático evoluciona desde la informática de cada servicio.'
'El modelo ideal
A continuación resumo el modelo ideal, desde mi punto de vista:
En atención primaria: construir e implantar una nueva aplicación informática centralizada y propiedad de la Consejería de Sanidad, con funciones iguales o muy similares al actual OMI. Con ello ya conseguimos objetivos importantes:
- Una historia clínica de atención primaria única para todos los pacientes y accesible, debidamente controlada por el sistema de seguridad y auditoría permanente, desde cualquier institución de la red de la consejería.
- A partir de su implantación, cualquier cambio o mejora repercute instantáneamente en toda la red.
- El mantenimiento se reduce de forma espectacular, y con él los costes.
En hospitales: el modelo se complica y el volumen de datos e imágenes, la riqueza funcional y la complejidad crecen exponencialmente. A pesar de los años que llevan en explotación, las soluciones de mercado no responden correctamente a todas las funcionalidades demandadas y no mantienen suficientemente integrados -o lo hacen de una manera bastante artesanal y débil- todos los subsistemas periféricos. Además, están concebidos como monohospital, con lo que se hace difícil la solución centralizada y el compartir recursos e historias clínicas con otros hospitales.
En la Comunidad de Madrid surgió la gran oportunidad con la construcción de ocho nuevos hospitales en la anterior legislatura, con lo que pudimos elegir el modelo y la arquitectura adecuados de su sistema informático: único, centralizado y externo para todos.
El modelo ideal para los hospitales sería un sistema único, propio, externo a todos los hospitales y utilizable de forma segura. Es muy difícil de conseguir a medio plazo, pero debe ser nuestra tendencia, con lo que, una vez construida su infraestructura, podríamos ir enganchando hospitales gradualmente y en la medida en que el deterioro del sistema de cada hospital requiera una fuerte restructuración.
Sistema integral: este modelo, inalcanzable a corto y medio plazo, pero sí como tendencia, debería integrar a atención primaria y especializada. Si seguimos las pautas expuestas en los dos puntos anteriores, llegaríamos a dos sistemas que podrían interconectarse fácilmente y constituir el sistema integral buscado.
Dicho sistema sería utilizado -a través de la red propia- desde todas las instituciones y centros sanitarios de la Comunidad de Madrid y auditado constantemente. También podría ser accesible para los pacientes, constituyendo un potente medio interactivo entre ellos, las instituciones sanitarias y los facultativos que los tratan. Además, desde instituciones externas a las consejerías se podría acceder a ella cuando fuera necesario y con seguridad. El sistema homogeneizaría sensiblemente la gestión global de todo nuestro sistema sanitario, implantando los cambios en el mismo instante en todas las instalaciones de la red. Por último, su mantenimiento se reduciría mucho.
Este modelo se facilita enormemente con las nuevas tecnologías de virtualización y cloud computing, que externalizan la residencia de datos y procesos a la Red. Podemos y debemos utilizar estas tecnologías, pero con la cautela que requiere todo lo nuevo, cuidando muy bien en manos de quién nos ponemos y qué dependencias nos crea; debemos controlar siempre las infraestructuras que utilicemos.
No he hablado de interoperabilidad porque creo que no es la solución y que, aunque nos ayuda a compartir e interconectar recursos dispersos y diversos, nunca nos llevará al sistema que necesitamos.'
Fuente y opinión completa: Fernando Bezares en Diario Médico 30/04/2012
1 comentario:
¿No alucináis leyendo esto? Es increíble. Conociendo la estructura profesional por dentro ¿cómo puede decir estas cosas en relación a los sistemas informáticos propios? ¿A quién le daría Ud. Sr Bezares, el concurso para esos proyectos?
¿Por qué no se moja y dice que la Sanidad Madrileña no quiere un servicio informático propio capacitado, preparado y bien remunerado para afrontar desarrollos desde dentro?
¿Por qué hay empresas externas que cobran por el trabajo que hacemos no-so-tros?
¿Por qué no habla Ud. de todo eso?
Todo lo que dice Ud. lo digo yo también. Es que ese es el problema, que al frente de esto ponen a personas que no comprenden, repito, no comprenden que lo que falla es el modelo, la organización, y así seguiremos. Bueno, nosotros ya hemos desistido.
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