Este mecanismo, se llama Plan de Ordenación de Recursos Humanos y la mayor parte de los Servicios de Salud los han elaborado, como una herramienta de planificación para adecuar la dotación de recursos humanos a los objetivos de asistencia sanitaria y protección de la salud de la población. Sin embargo, en nuestra Comunidad su utilización va a ser perversa, puesto que su objetivo es adecuar los recursos humanos a ese nuevo modelo de sanidad que se nos pretende imponer a los madrileños en el Plan de Medidas de Garantía de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, cuyo objetivo es dejar en manos privadas la salud de los madrileños.
El Plan de Recursos Humanos contempla la movilidad forzosa de los profesionales por cierre del centro de trabajo, por concentración de la actividad en uno o varios hospitales y por necesidades asistenciales justificadas, entre otras. Todas estas situaciones, como lo ocurrido con el cierre del Instituto de Cardiología, serán las que se producirán con la externalización de los servicios no sanitarios como cocinas, limpieza o lavandería, que traerán consigo la movilidad forzosa de cientos de profesionales fijos a los 5 grandes hospitales: H. la Paz, H. 12 de Octubre, H. Ramón y Cajal, H. Clínico y H. Gregorio Marañón, además del despido de todos los trabajadores interinos y eventuales de estas categorías. Y la privatización de los 6 nuevos hospitales ocasionará el traslado forzoso de 1500 profesionales fijos y la pérdida de 3500 empleos públicos.
El Plan también contempla la posibilidad de movilidad por alianzas estratégicas, lo que permitirá que la Administración "preste" profesionales a otros centros sanitarios públicos diferentes a donde de manera habitual el profesional estuviera adscrito y desarrollando su actividad o a empresas sanitarias privadas con los que la Administración acuerde estas "alianzas".
La Consejería de Sanidad ha demostrado una vez más que no tiene ninguna intención negociadora y que a pesar de las propuestas presentadas por parte de las Organizaciones Sindicales, por colectivos y asociaciones de profesionales, sigue persistiendo en su intención de que antes de fin de año 1.500.000 de ciudadanos y ciudadanas sean atendidas por empresas privadas, en los que la mayor parte de los servicios no sanitarios de los hospitales madrileños, serán entregados a dichas empresas. Como consecuencia de ello, serán necesarios menos trabajadores, aproximadamente unos 8.000 trabajadores perderán sus empleos, aunque los más afortunados serán contratados por las empresas privadas en condiciones precarias. Es decir, cambiaremos la calidad asistencial de lo público, sin ánimo de lucro, por el beneficio de unas cuantas empresas, es decir, la sanidad como una oportunidad de negocio, así como empleo digno por empleo precario.
CCOO no colaborará con el Plan de privatización de la sanidad pública madrileña, sino que hacemos un nuevo llamamiento a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía madrileña para intensificar las movilizaciones en su defensa.'
Fuente: Federación de Sanidad y Servicios Socio-Sanitarios de CCOO de Madrid 05/03/2013
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