jueves, 27 de diciembre de 2012

[Diario Médico] A. Resino: 'Plan de Sostenibilidad Madrid y la huelga de los sindicatos'

[Diario Médico 10/12] 'La primera jornada de paros se inició el pasado lunes 26 de noviembre y el seguimiento de las jornadas posteriores está siendo irregular. La huelga la convocan en el ejercicio del derecho constitucional que los sindicatos ostentan, negociando y respetando los servicios mínimos, máxime si nos encontramos, como es el caso de la sanidad, ante un servicio esencial para la comunidad.


Tradicionalmente, las huelgas en el sector sanitario han sido convocadas por cuestiones de carácter retributivo, sin embargo, ninguna de ellas lo ha sido en un momento de crisis económica generalizada como la que padece nuestro país en estos momentos, y menos aún lo ha sido por la interpretación que los sindicatos hacen del concepto de sanidad pública y gestión de lo público.

El problema no es otro que la situación económica que padecemos por el descenso de la financiación, lo que nos obliga a hacer ajustes. Si no adoptamos medidas como las incluidas en el Plan de Sostenibilidad, no contaríamos con presupuesto suficiente para pagar el gasto sanitario de 2013, incluidas las retribuciones de sus profesionales. Con esta claridad se ha explicado a los comités de huelga, y se les ha ofrecido igualmente tratar cada una de las medidas en el ámbito de la mesa sectorial, negociando su aplicación, cuestión que sin lugar a dudas merecería la pena abordar.

Las reglas de la democracia
La respuesta por parte de la representación sindical ha sido la exigencia de la retirada del plan que, no debe olvidarse, está incluido en el proyecto de presupuestos aprobado por quien está legitimado y tiene competencia para ello, esto es, el Consejo de Gobierno. Además, será debatido y posteriormente aprobado por quienes tienen atribuida la representación de los ciudadanos, que no son otros que los diputados de la Asamblea de Madrid.
Nos guste o no, estas son las reglas del juego democrático con las que se ha dotado a nuestro país a partir de la Constitución Española de 1978. Reglas de juego que, en otro orden de cosas, incluyen en idéntico sentido la definición del derecho de huelga por motivos estrictamente laborales.

La duda que se plantea es la posición sindical. A los sindicatos, que representan a los trabajadores, se les ha ofrecido la negociación del desarrollo de las medidas. Sin embargo, su respuesta ha sido la huelga, las movilizaciones y los encierros, con el único objetivo de la retirada del plan. Parece razonable dudar acerca de cuál es el fin real perseguido por los sindicatos.

La última opción
La huelga es el último instrumento que debe emplearse una vez agotada la negociación y es obvio que esta vía no sólo no se ha agotado, sino que ni siquiera se ha iniciado. Siendo así las cosas, parece ciertamente lógico llegar a pensar que los objetivos de la huelga no son sólo aquellos de estricta índole laboral.

Por otro lado, el plan de medidas, además de la mal llamada privatización de los nuevos hospitales, contiene un conjunto de 16 medidas de las que nada se ha oído a los sindicatos. No sabemos lo que opinan sobre la reordenación de la actividad de los profesionales, sobre la jubilación, sobre la concentración de la complejidad, laboratorios, Hospital Carlos III, centros de salud, etc.

La única cuestión abordada por los sindicatos es la por ellos denominada privatización, para lo cual han recurrido de forma arbitraria e interesada a eslóganes del tipo la Sanidad se vende.
También se presentan otros lemas, algunos de los cuales utilizan el siguiente tenor literal Somos profesionales-Somos pacientes. La frase puede malinterpretarse, ya que si las medidas afectan a sus condiciones de trabajo, como trabajador, puedes ejercer el derecho de huelga, pero si afectan como paciente, en tanto que se es usuario del servicio sanitario, el camino, como resulta obvio, no es el del ejercicio del derecho de huelga. Aquí entran en juego otros bienes constitucionalmente protegidos de mayor relevancia.

La huelga afecta, se quiera o no, a los pacientes del Servicio Madrileño de Salud, y la obligación de los sindicatos que representan a los trabajadores es, sin lugar a dudas, tratar de negociar la aplicación de las medidas que un Gobierno legítimamente constituido ha propuesto. Medidas, que no podemos olvidar, incluyen el mantenimiento del sistema sanitario público madrileño y sus niveles de calidad, en una situación de crisis generalizada como la que, lamentablemente, estamos sufriendo.'

Fuente: Armando Resino, Director General de Recursos Humanos de Sanidad en Diario Médico 10/12/2012

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