'En el año 2003, reflexionábamos sobre los “hospitales sin papeles”.
Más que una posibilidad, en esa fecha, nos planteábamos la conveniencia
y la creciente necesidad. Hoy respondería que son posibles pero poco
probables. Erróneamente, se ha planteado como objetivo en los proyectos
TI, suprimir el papel. Más que un objetivo debe ser una consecuencia del
éxito de un buen proyecto. Bien es cierto que la gestión de las
historias en papel son un pico importante en recursos ( humanos,
materiales, espacio, etc.) y que su no disponibilidad tiene un impacto
muy negativo en la asistencia, reclamaciones y quejas de los pacientes.
Con el paso del tiempo, vimos que los papeles crecen de forma
proporcional a la implantación de nuevos sistemas de información (“Es de sobra conocido que los hospitales llamados “digitales” consumen más papel que los tradicionales.”), e inventamos el concepto del hospital sin paseos,
y suprimimos el proceso de transporte (interno o externo), básicamente
con impresión remota de los documentos y el acceso a listados e informes
desde la intranet.
“Después de catorce años de desarrollo de los sistemas de
información en nuestro centro, con innovadores aplicaciones de notable
impacto nacional, no hemos sido capaces de suprimir ni un solo documento
escrito. Y no sólo eso, sino que la proliferación de puestos de trabajo
e impresoras ha dado lugar a la circunstancia contraria. Es decir, los
papeles han aumentado y se han dispersado. “ '
'
Pero las nuevas tendencias de los hospitales, han evolucionado, de
edificios de pocas plantas, horizontales y extensos, hemos pasado a los hospitales sin paredes.
El hospital como una entidad viscosa, extensa e ilimitada, que impregna
los bolsillos de los adolescentes diabéticos con canciones gratis de
spotify cuando su hemoglobina glicosilada está dentro de los rangos de
la normalidad, madres embarazadas que interactúan por redes sociales
privadas con las matronas, médicos que revisan videos de youtube sobre
nuevas técnicas , alarmas en los móviles de los enfermos crónicos que
les recuerdan la dosis de la medicación, clases on-line sobre máquinas
de diálisis peritoneal a través de la nube, equipos electromédicos
ubicados en los domicilios de los pacientes que comunican a los médicos
de urgencias el empeoramiento del paciente con EPOC, SMS en el móvil del
cirujano de guardia indicando aumento de temperatura del paciente
recién operado (sospecha de infección) , consulta por email con el
nefrólogo, juego de la wii para rehabilitar la rodilla operada de
menisco, app para solicitar cita y ver la historia de cada paciente,
blog de recetas de cocina para niños celíacos, teléfonos con
dispositivos fotográficos (dematoscopios) especiales que permiten al
médico de cabecera consultar una lesión de piel a un especialista..…
Hospitales líquidos, nuevas relaciones para los nuevos tiempos;
pacientes – profesionales – instituciones; salud 2.0; con papeles por supuesto.
Joan, añade un nuevo concepto y define el hospital sin bolígrafos; “Hemos
estado muchos años equivocados, el problema no es el papel. El problema
es el bolígrafo. Nunca tendremos un hospital sin papeles. No es un
objetivo a perseguir. El papel es un soporte sobre el que nos es
cómodo trabajar y, en muchos casos, la única manera de darle al paciente
la información que necesita.”
Hace varios años, preguntaba a un directivo de unas de las recientes
fundaciones hospitalarias de la Capital sobre los papeles y su respuesta
fue tajante; “la única forma de tener un hospital sin papeles es quitar
las impresoras”. ¿Hospital sin impresoras.?'
Fuente y texto completo: Juan Nieto en su blog HCE y sus aledaños 06/08/2014
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