'¿Aumento de la calidad? ¿Mejora de la atención al paciente? ¿Reducción de las listas y los tiempos de espera? ¿O tijeretazo a la representación de los trabajadores? La Comunidad de Madrid está decidida a aprobar el
Área Única sanitaria contra cualquier protesta de oposición y sindicatos. La presidenta Esperanza Aguirre y el consejero Juan José Güemes admiten sin problemas que, además de una reorganización del sistema médico, existe un objetivo más: la reducción del número de liberados sindicales en la Sanidad.
En la actualidad, en las 11 áreas sanitarias en que se divide la Comunidad de Madrid existen 930 personas que, elegidas por los afiliados de cada centro de trabajo, representan los intereses de los trabajadores frente a las gerencias. Estos, gracias a la ley de libertad de asociación y al derecho de representación sindical, ejercen esa función bien a tiempo completo, bien a tiempo parcial. Sanidad calcula que todos ellos consumen cerca de un millón y medio de horas al año no efectivas para los hospitales que suponen 30 millones de euros a las arcas públicas. Con la fusión de las 11 áreas en una sola y siguiendo los criterios de representación, la Consejería estima que esas 930 personas deberían reducirse a únicamente 90.'
Los sindicatos advierten que esa petición "no se sostiene jurídicamente" y la oposición es férrea.
Juan Luis Martín Sierra, secretario de política social de UGT, reta a Güemes a que se atreva a plantear "una reducción de los derechos de los trabajadores". "¿Es contrario a la
Constitución y a la ley de libertad sindical? Que lo diga y lo plantee, no tenemos ningún problema. Admitimos que en tiempos de crisis hay que reducir los gastos de liberación, es lógico y estamos dispuestos, pero que se negocie en la Mesa Sectorial de Sanidad. Nosotros pediremos otras cosas", advierte subrayando que, en cualquier caso, serán dos negociaciones completamente independientes.'
'El proceso para implantar el Área Única se produce, además, en un momento en el que el sector sanitario está muy agitado. UGT, CCOO, CSIT-UP, la CGT, CNT y, aunque no siempre, Femyts y Satse, se han convertido dentro de los centros de salud y hospitales en el bastión más contestatario a las políticas de servicios públicos del Partido Popular en la Comunidad de Madrid. En los centros de trabajo y en la calle, apoyados entre otros por el PSOE e IU, el Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS), la Coordinadora Antiprivatización (CAS),
el colectivo APISCAM, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM) o la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública (ADSPM), las manifestaciones contra la
entrada de las empresas privadas (laboratorios, nuevos hospitales, informática, servicios no médicos) han sido una constante en los últimos años.
La contestación ha sido especialmente intensa en los
ocho nuevos hospitales regionales, donde los trabajadores no han dejado de
denunciar "enormes deficiencias" tanto materiales como humanas desde su entrada en funcionamiento.
Sanidad ha esgrimido frente a estas protestas que la política seguida es correcta como han puesto de manifiesto las encuestas según las cuales la satisfacción de los pacientes con los nuevos hospitales alcanza el
"notable bajo".'
Fuente y noticia completa:
Madridiario 22/07/09 Resaltado con negrita cursiva nuestro