Eso incluiría desde prestaciones complementarias como las que ya están ofertando desde algunas entidades de base asociativa (EBA) de atención primaria hasta el modelo Barnaclinic, que es la división de atención privada del consorcio público Hospital Clínico de Barcelona, o ampliando otras iniciativas en curso en la mayor parte de la red asistencial dependiente del Gobierno autónomo.
Eso significaría dejar mayormente en manos de los centros la aplicación de tasas por servicios complementarios al catálogo financiado públicamente o por mejoras en aspectos hoteleros (habitación individual). La medida permitiría a los centros buscar ingresos alternativos al concierto con el CatSalut; y a la Administración, huir por ahora de la ampliación del copago, en cuyo caso no serían los centros sino el financiador público quien lo regularía y aplicaría.
Es decir, con el catálogo de servicios privados quien haría caja no sería el CatSalut sino los centros, que podrían paliar de esa forma la pérdida de ingresos a causa de los recortes presupuestarios de este año en la Generalitat.'
Fuente y noticia completa: Diario Médico 17/05/2011