'El Catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón
Llull, Santiago Niño Becerra, ha abordado de nuevo la situación de los
empleados públicos en nuestro país y cómo se han convertido en el "chivo
expiatorio de una situación de crisis que no han generado".
Asimismo,
ha destacado que este colectivo fue "ninguneado y despreciado" cuando
España iba bien", hasta el punto que la sociedad veía este puesto de
trabajo como "una mierda", ya que había que ser "activo y dinámico". Sin
embargo, los funcionarios son ahora "el blanco de todas las críticas
porque cuentan con su puesto de trabajo en propiedad: '¡Vaya suerte que
tienes, cabrón!; de tu silla no hay quien te eche'. Evidentemente
nadie quiere recordar qué pasaba en España cuando las cosas no eran así,
tampoco que el funcionariado lleva perdido un 23% de poder adquisitivo
desde que su situación empezó a ser 'racionalizada'", destaca Niño
Becerra en su artículo de opinión de La Carta de la Bolsa.
No
obstante, en el supuesto caso de que en España hubiera que reducir
empleados públicos, ¿cómo habría que proceder? Se pregunta el experto.
"¿Hay
que empezar por los contratados hasta que no quede ninguno y luego, si
hay que continuar reduciendo, hay que reducir salarios a quienes queden,
es decir, a los funcionarios ya que hoy no son despedibles por su
propia naturaleza; o habría que modificar la ley de la función pública,
reorganizar funciones y procesos y mantener a los contratados o
funcionarios en función de su calidad e idoneidad?" expone Niño Becerra,
para a continuación afirmar que esta cuestión es "pura polémica", pero
debería ser "ya" un tema abordado.
"Hacerlo ahora supondría hacerlo por las buenas; hacerlo mañana significará hacerlo por las malas" sentencia el Catedrático.'
Fuente: El Economista 18/02/2013
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