'Las TIC son uno de los entorno más
dinámicos que existen, y están lideradas por ingenieros con una visión
muy estructurada y centrada en la tecnología, muy distinta de la que
necesita tener un facultativo para su día a día. La conclusión es que
ambas disciplinas (y por extensión sus profesionales) deben de entender
las circunstancias del contrario para poder llegar a solapamientos que
produzcan beneficios mutuos. Como muestra, un botón: los profesionales
socio-sanitarios tienen en muchas ocasiones grandes dificultades para
seleccionar un código que defina exactamente la enfermedad que padece un
paciente, ya que el proceso tradicional de trabajo de diagnóstico y
tratamiento implica ir acotando y acercándose al problema. Esto implica
que muchas historias clínicas electrónicas se basen o permitan el texto
libre y aún no se haya dado el paso completo a la codificación unívoca
del proceso, lo cual resulta obvio y de obligado cumplimiento para
cualquier ingeniero profano en la materia.
Estas diferencias explican el escaso
grado de penetración de las TIC en el sector sanitario y se
particularizan en las llamadas barreras tradicionales de adopción. Tan
solo se destina el 1,256% del gasto público sanitario global a TIC en
España (índice SEIS 2012)
y en el resto del mundo las cifras son similares. En sectores como la
banca se supera el 15% de inversión en TIC. El grado de penetración de
las TIC en la sociedad es espectacular (96% de tasa media de
subscripción a teléfono móvil a nivel mundial y cerca del 40% de
población internauta) y estos datos no se reflejan en el sector
sanitario, un sector que necesita tiempo y una adaptación a su propio
lenguaje para poder obtener el beneficio a las TIC. En la presentación
la pregunta es: ¿Dónde se encuentra ese beneficio? Y la respuesta es
allí donde aporte valor. En todos y cada uno de los procesos en los que
mejore la atención, genere un ahorro de costes o permita el despliegue
de nuevos tipos de atención sanitaria. No debemos de olvidar que las TIC
son una herramienta, no un propósito ni una nueva tecnología sanitaria
entendida como un nuevo TAC o un equipo de resonancia magnética. La
medicina debe entender cuál es su camino y hacia donde se quiere dirigir
(¿crónicos?, ¿prevención?, ¿medicina personalizada?) y es ahí donde
aparecerán las TIC como una ayuda inestimable para la implantación y
sustento de nuevos modelos.''
Aun quedando mucho camino por delante se trata de una senda que ya se ha iniciado, y en la que podemos encontrar casos de éxito completamente implantados:
- Los sistemas de información hospitalaria (HIS): primeras experiencias de informática sanitaria en 1950, orientado a la gestión administrativa de clínicas y hospitales.
- La digitalización de la imagen médica, en especial de la radiológica, con los sistemas PACS y RIS y el estándar DICOM: amplia difusión en la década de los 90.
- La Teleasistencia domiciliaria para personas mayores a través de pulsadores y call-centers de atención a los usuarios ante emergencias, introducida en los 90.
- Las webs de contenido médico y la búsqueda de información médica en Internet
- La Historia Clínica Electrónica HCE, como la última gran revolución vivida en el sector en la que hemos estado inmersos durante los últimos 5 años, y en la que se sigue trabajando.
De esta manera llegamos al estado actual,
en el cual nos encontramos con una serie de proyectos que empiezan a
tomar forma y que constituyen la fotografía presente del sector:
- La Cita Previa Sanitaria y la Receta Electrónica, como casos de éxito de digitalización de procesos administrativos sanitarios que comienzan a desplegarse masivamente.
- La interoperabilidad entendida como la capacidad de los sistemas para intercambiar información y utilizarla, que supone uno de los mayores retos a raíz de la historia clínica electrónica y la necesidad de generar grupos de trabajo multidisciplinares.
- La telemedicina como el uso de la TIC para dar soporte al acto médico a distancia, pendiente del paso de piloto al entorno real de rutina clínica, con una evolución clara hacia la telemonitorización y la teleconsulta.
- El aprovechamiento de la potencia de las redes sociales (la salud 2.0) para educar y empoderar a los pacientes y poner en contacto a profesionales.
- Las TIC aplicadas a los procesos de envejecimiento (Ageing Well, Ambient Assisted Living, hogar digital, teleasistencia avanzada, accesibilidad, etc.)'
'
Y a partir de aquí el futuro. Las
tendencias que podremos ver evolucionar, triunfar o fracasar en los
próximos años, y que en cualquier caso habrá que seguir muy de cerca:
- Convergencia de Self-tracking en medicina y telemonitorización para seguimiento de patologías crónicas.
- Desarrollo del concepto de carpeta personal de salud como la parte amable de la historia clínica electrónica para el paciente (con las experiencias previas de proyectos tan ambiciosos como Google Health o Microsoft HealthVault)
- Big Data aplicado a datos médicos y al despliegue de la medicina personalizada y las “-omics”: el uso de técnicas de análisis y extracción de conocimiento de ingentes cantidades de datos digitalizados (gracias al paso previo de instauración y uso continuado de la HCE) puede suponer una nueva revolución en la investigación clínica y en la aplicación de las nuevas tendencias de diagnóstico y tratamiento.
- Tendencias y tecnologías como la gamificación, Kinect, realidad aumentada (google glass por ejemplo), grafeno, impresoras 3D, Smart TV, etc. aplicadas a salud…'
Fuente y texto completo: Javier Perdices en blog eHealth Wars 13/01/2014
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