martes, 7 de enero de 2014

[El País] 'La Cámara de Cuentas desvela, días antes de un fallo judicial decisivo para los planes de la Comunidad, la descoordinación en la derivación de la sanidad pública a la privada y distintos precios por las mismas pruebas'

'Descoordinación en las derivaciones de los hospitales públicos a los privados, distintos precios por las mismas pruebas, subcontrataciones sin justificación... La Cámara de Cuentas recopila ejemplos de este calado en las más de 130 páginas del informe sobre el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) en 2011. Días antes de un fallo judicial decisivo para los planes de privatización sanitaria de Ignacio González (PP), este organismo emite su diagnóstico sobre cómo los hospitales de la red pública madrileña subcontrataron ese ejercicio con entidades privadas todo tipo de servicios. Y su conclusión es demoledora: encuentra numerosas irregularidades, entre ellas el desconocimiento del Sermas de muchas transacciones que obligatoriamente debían pasar por su control. El deber de supervisión y de gestión de este ente, que se dirige desde la Consejería de Sanidad, queda en entredicho: los hospitales de gestión privada, la misma que ahora González quiere imponer en otros seis centros, subcontrataron sin su conocimiento. Esto es, escaparon a su control.


El informe de la Cámara de Cuentas fiscaliza los convenios y conciertos suscritos por seis hospitales públicos con entidades privadas a las que enviaron a sus pacientes para servicios de hemodiálisis, resonancias magnéticas y otros diagnósticos por imagen, como ecografías. Los auditores preguntaron a los hospitales por qué utilizaron “medios ajenos” en lugar de usar sus propios equipos y personal. Alegaron “insuficiencia de medios propios”, pero el informe señala que los hospitales envían a los pacientes a la privada sin saber siquiera si otros centros de la red pública tendrían medios para atenderles. El Sermas no tiene ningún sistema para saber si, cuando un hospital está desbordado, se puede mandar a los pacientes a otros, en lugar de enviarles por defecto a las clínicas privadas, según señala el informe.

“Sería bueno que la derivación se hiciera prioritariamente a otros hospitales que pudieran dar satisfacción a esas demandas antes de ser utilizados los medios ajenos”, asegura la Cámara de Cuentas' [...]

Fuente y noticia completa: El País 04/01/2013

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