'Quiero centrarme en la
gestión de la Sanidad Pública, que desde hace ya muchos años viene
siendo denostada por los políticos y gestores, que siempre dicen que el
sistema público impide una gestión eficiente, que la rigidez de las
normas administrativas hace imposible una gestión ágil, y en definitiva,
no ven más salida que “tirar la toalla” y proponer una privatización de
los servicios para buscar la eficiencia que son incapaces de lograr
desde la gestión pública.'
¿Quién
tiene la capacidad de modificar las normas? La respuesta es clara, y
todos la sabemos: los políticos. Entonces, si está claro que son estos
los que reniegan de la gestión pública de la Sanidad, y en esto no hago
distinciones entre partidos, ¿Por qué no cambian las leyes que impiden
mejorar la gestión? Complicada respuesta. ¿Hay intereses ocultos que lo
impiden? ¿Buscan la privatización como objetivo inconfesable? ¿Tienen
miedo a dar el control de la Sanidad a los profesionales? ¿No se atreven
a dejar que la organización del conocimiento les deje en evidencia? No
quiero seguir haciendo preguntas, pues todas ellas me conducen a
respuestas que no me gustan.
Parece
razonable que una de las organizaciones más grandes, que representa el
45% del gasto público, que se caracteriza por ser una típica
organización de conocimiento, esté dirigida, gestionada, y bajo el
control de los profesionales que tienen el conocimiento.' [...]
Fuente y opinión completa: Julián Ezquerra, secretario general de AMYTS en Redacción Médica 09/12/2014
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